LONDRES 30 Ene. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) ha pedido que el sufrimiento humano extremo, como el que se ha podido ver en la asediada localidad siria de Madaya, no sea el detonante para negociar la entrega de ayuda en Siria, donde "muchos lugares y mucha gente" tiene necesidades, pero no cuenta con acceso regular a esta ayuda.
A principios de este mes, dos convoyes de emergencia lograron entrar en la ciudad, donde miles de personas se habían quedado atrapadas sin suministros durante meses y donde se han registrado varias muertes por inanición.
Sin una entrega de ayuda humanitaria regular, la situación de Madaya podría volver a ser como antes de la llegada de estos dos convoyes, por lo que CICR considera "esencial" permitir el acceso regular, tanto a esta como a otras localidades.
"Entregar ayuda una vez no es la solución. La única solución aceptable es dar a la gente acceso regular a la ayuda humanitaria", ha afirmado Pawel Krzysiek, portavoz de CICR, de cara a una conferencia internacional de donantes que se celebrará en Londres el 4 de febrero.
"Cuanto más tiempo tarden las partes en negociar otra entrega de ayuda (...), más riesgo correremos de hacer demasiado poco o de llegar demasiado tarde", ha asegurado Krzysiek, en conversación telefónica desde Damasco con la Thomson Reuters Foundation.
Madaya sólo es "la punta del iceberg", pero hay muchas otras áreas en el país donde la gente no tiene acceso a suministros, ha denunciado Krzysiek. "Estamos hablando de muchos lugares y mucha gente que actualmente no tiene acceso a ayuda humanitaria y para los que esta ayuda es, muy a menudo, su única tabla de salvación", ha insistido.
MÁS DE 250.000 MUERTOS
La guerra civil en Siria ha dejado más de 250.000 muertos y ha provocado la mayor crisis de refugiados del mundo desde la Segunda Guerra Mundial. Unos 4,3 millones de sirios han huido del país y otros 6,6 millones están desplazados en territorio sirio.
La reunión de la próxima semana, que se celebra en Londres, y está organizada de forma conjunta por Reino Unido, Alemania, Noruega, Kuwait y la ONU.
"Todas las personas que tienen el presente y el futuro de Siria en sus manos (...) deben respirar hondo y pensar en el sufrimiento de millones de personas en el país, porque el sufrimiento es inmenso y está creciendo cada día", ha concluido Krzysiek.