MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado este jueves que ha acusado a cuatro personas extranjeras que se encontraban a bordo de una embarcación con armas iraníes que supuestamente estaban destinadas a los rebeldes yemeníes hutíes y que fue interceptada por el Ejército estadounidense frente a las costas de Somalia, en una operación en la que murieron dos militares.
En el barco se encontraban los acusados, que son ciudadanos paquistaníes --identificados como Muhamad Pahlawan, Mohamad Mazhar, Ghufran Ullah e Izhar Muhamad--, y otras diez personas, que fueron detenidas por las autoridades estadounidenses como testigos materiales.
Pahlawan está acusado de transportar intencional e ilegalmente una ojiva, sabiendo que sería utilizada por los hutíes contra buques comerciales y navales en el mar Rojo, y de proporcionar información falsa sobre la tripulación y la carga a oficiales de la Guardia Costera estadounidense durante el abordaje de la embarcación.
Este procesado se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión si es declarado culpable. El resto de inculpados han sido acusados del segundo cargo, proporcionar información falsa, y se enfrentan a una pena máxima de cinco años de prisión.
"Dos marines perdieron trágicamente la vida en la operación que frustró a los acusados hoy por supuestamente contrabandear armas de fabricación iraní que los hutíes podían haber utilizado para atacar a las fuerzas estadounidenses y amenazar la libertad de navegación y una arteria vital para el comercio", ha declarado la fiscal general adjunta, Lisa Monaco.
Mientras que ha manifestado que el flujo de misiles y otras armas avanzadas desde Irán a los hutíes amenazan al pueblo e intereses estadounidenses y de los socios en la región, ha subrayado que el Departamento de Justicia "utilizará todas las facultades legales para responsabilizar a quienes facilitan" este movimiento armamentístico a los grupos armados "que ponen en peligro la seguridad".
La fiscal federal para el Distrito Este de Virginia, Jessica Aber, ha explicado que la denuncia alega que los acusados transportaban armas compatibles con las utilizadas por la insurgencia yemení y que luego mintieron a la Guardia Costera estadounidense durante el abordaje del barco.
Por su parte, el director del FBI, Christopher Wray, ha afirmado que "desbaratará los intentos del Gobierno iraní de proporcionar a los hutíes componentes de misiles destinados a ser utilizados contra buques militares y mercantes estadounidenses e Israel".
El Ejército estadounidense anunció a finales de enero que había declarado como muertos a dos militares que habían "desaparecido" durante esta operación, realizada en el mar Arábigo, después de varios días de búsqueda con equipos de varios países. Se trató de la primera intervención de este tipo desde el aumento de los ataques de la insurgencia en el mar Rojo en el marco de la ofensiva Israel en la Franja de Gaza.
Los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, controlan la capital Saná y otras zonas del norte y el oeste de Yemen desde 2015. En represalia a la cruenta respuesta de Israel a los ataques de Hamás del 7 de octubre, han atacado buques vinculados a Israel, así como de Estados Unidos y Reino Unido, quienes encabezan una coalición para mantener la seguridad del tráfico marítimo en la región.