La mayoría de los evacuados opta por rehacer sus vidas en otros lugares
MADRID, 10 Mar. (EDIZIONES) -
El 11 de marzo de 2011 la tierra tembló en Japón, un país acostumbrado a los terremotos. Sin embargo, el temblor de 9 de magnitud en la escala Richter y con epicentro en Tohoku, en la prefectura de Miyagi, no fue uno más. Además de provocar un gran tsunami con olas de hasta 40 metros, desencadenó la peor catástrofe nuclear hasta la fecha en el país en la central de Fukushima.
Cuatro años después de aquella tragedia, aún queda mucho trabajo por hacer, empezando por la identificación de las víctimas. Según el último balance oficial, publicado el viernes pasado por la Agencia Nacional de Policía, la triple tragedia dejó 15.890 muertos en doce prefecturas, así como 2.589 desaparecidos.
El grueso de las víctimas, 15.737, se registraron en las prefecturas de Iwate, Miyagi y Fukushima. El 56 por ciento de los fallecidos fueron personas mayores de 65 años y el 90 por ciento de las víctimas perecieron por ahogamiento. Aunque en el último año se ha conseguido identificar a otras 15 personas más, todavía hay 83 víctimas que no han sido identificadas.
El terremoto, el tsunami y la catástrofe nuclear también provocaron la evacuación de decenas de miles de personas. Según un reciente sondeo realizado por el diario 'Asahi Shimbum', el 61 por ciento de los que se quedaron sin hogar en marzo de 2011 todavía siguen viviendo en alojamientos temporales.
El estudio, realizado entre residentes de las tres prefecturas más afectadas, ha puesto de manifiesto que el 59 por ciento de los desplazados en Iwate siguen en alojamientos temporales, mientras que en Miyagi es el 58 por ciento y en el caso de Fukushima la cifra se eleva hasta el 66 por ciento. Un año después de la triple tragedia, todos los desplazados seguían residiendo en alojamientos temporales. La cifra pasó al 87 por ciento en 2013 y al 76 por ciento en 2014, según el diario.
Por otra parte, el 80 por ciento de los consultados han considerado que existe disparidad en el modo en el que las autoridades están llevando a cabo la reconstrucción y en el apoyo que se está ofreciendo a las víctimas del desastre. En concreto, el 41 por ciento reclaman más subsidios para gastos médicos, el 32 por ciento apoyo financiero para reconstruir sus casas y el 30 por ciento más subsidios para poder cubrir los gastos.
RENUNCIAR A VOLVER
Esta falta de apoyo y la lentitud con la que parece estar avanzando la reconstrucción, en especial en torno a la central nuclear de Fukushima, está empujando a muchos de los desplazados a renunciar a volver a sus casas. La falta de oportunidades laborales debido a la destrucción de negocios también afecta en esta decisión.
En el caso concreto de Fukushima, se estima que unos 120.000 residentes siguen evacuados, 79.000 de ellos de las zonas más próximas a la central nuclear operada por TEPCO, según los datos publicados por el Gobierno de Shinzo Abe, que el año pasado retiró la orden de evacuación en algunas zonas de esta prefectura.
Muchos de los evacuados se marcharon por decisión propia, principalmente por temor al riesgo de las radiaciones, y unos 46.000 de ellos optaron incluso por salir de la prefectura de Fukushima. Ahora, los que dejaron sus casas de forma voluntaria están viéndose obligados a cambiar radicalmente de vida, ya que el Estado solo ofrece algunas ayudas a los que fueron evacuados de forma obligatoria.
Así, por ejemplo, existe exención fiscal en la compra de inmuebles para facilitar el retorno de los evacuados, pero parece que no ha supuesto un gran aliciente. De acuerdo con los datos oficiales, en 2011 solo se compraron 35 terrenos con estos fines, cifra que pasó a 356 en 2012 y 804 en 2013. En la primera mitad del año fiscal 2014 (que terminará este 31 de marzo), se han adquirido 593 terrenos. De este total, 1.451 de las adquisiciones han sido en Fukushima.
Desde que se produjo el desastre, esta provincia ha perdido 90.000 habitantes. De ahí que, en 2012, las autoridades optaron por ofrecer viviendas gratuitas en algunas zonas donde los niveles de radiación eran bajos para animar el regreso de los evacuados voluntarios. No obstante, la llegada masiva de trabajadores para las labores de reconstrucción y limpieza ha provocado una falta de vivienda en la provincia.
Además, un responsable del apoyo a los evacuados del gobierno provincial ha reconocido al 'Japan Times' que el hecho de que TEPCO, la empresa eléctrica que operaba la central nuclear, solo dé compensaciones a aquellos que fueron obligados a abandonar sus casas, tampoco ayuda a que el resto de evacuados puedan rehacer sus vidas.
TEMOR A LA RADIACIÓN
Así, no es de extrañar que un estudio realizado por el Gobierno en 2014 en 16.600 hogares en siete municipios afectados por las órdenes de evacuación reflejara que el 48 por ciento no prevén volver a sus casas, entre otras cosas por la lentitud en la gestión del material y el agua radiactiva de la planta de TEPCO afectada por el terremoto.
Alrededor del 71 por ciento de los residentes de Fukushima se han mostrado insatisfechos con el modo en que el Gobierno japonés está gestionando el desastre nuclear, frente al 14 por ciento que se muestran satisfechos, de acuerdo con un sondeo de 'Asahi Shimbun'. En realidad, el nivel de insatisfacción se ha mantenido entre el 70 y el 80 por ciento desde que se produjo la tragedia.
En concreto, a los residentes les incomoda el hecho de que TEPCO por ejemplo tardara diez meses en revelar que se ha estado filtrando agua contaminada con material radiactivo desde la central al océano. Pese a que entre 6.000 y 7.000 trabajadores trabajan a diario para restablecer la normalidad en la planta, donde uno de los reactores registró una explosión de hidrógeno, sin que por el momento se vea el final del túnel.
LOCALIDADES FANTASMA
Una de esas localidades fantasma es Namie, situada a tan solo 4 kilómetros de la central nuclear y en cuyas calles se amontonan las bolsas de plástico negras con material radiactivo. Su alcalde, Tamotsu Baba, ha reconocido que "el progreso del trabajo de descontaminación es lento".
'Asahi Shimbun' ha enviado un cuestionario a los alcaldes de 42 municipios --12 en Iwate, 15 en Miyagi y 15 en Fukushima-- afectados por el terremoto. El 80 por ciento de las que se encuentran en esta última provincia aseguran que necesitarán hasta el año fiscal 2021 para reconstruir completamente sus áreas, mientras que en las dos prefecturas restantes se habla de entre 2018 o 2020.
Estas perspectivas difieren de las fijadas por el Gobierno central, que ha fijado para el año fiscal 2015 el "periodo de trabajo intensivo de restauración" y los siguientes cinco años hasta 2020 como el "periodo de trabajo de restauración".
Precisamente, este mismo martes Abe ha anunciado que su Gobierno presentará antes del próximo verano un nuevo plan de reconstrucción para los próximos cinco años y ha prometido que no se escatimarán esfuerzos para hacer frente al problema de la radiación.