MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La directora general para Estados Unidos del Ministerio de Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, ha reiterado que "no ha existido ataque alguno" contra los diplomáticos de Estados Unidos en La Habana y ha reprochado a la Administración de Donald Trump que insista en investigar esta hipótesis.
Vidal ha comparecido en una rueda de prensa en La Habana para reaccionar al anuncio de Estados Unidos de que va a lanzar una nueva investigación sobre los supuestos ataques sonoros que habrían sufridos sus diplomáticos en Cuba y que les habrían causado problemas de salud.
Washington denunció el año pasado que 24 miembros de su personal diplomático y en La Habana y sus familias habían sufrido problemas cognitivos, pérdida de audición, mareos y fatiga. Diplomáticos canadienses en la capital cubana también presentaron los mismos síntomas.
Las pesquisas anteriores, llevadas a cabo de forma conjunta por Estados Unidos y Cuba, no han logrado identificar el origen de estos problemas de salud y Canadá a ratificado este miércoles, también a raíz del anuncio de Washington, que no ha llegado a ninguna conclusión.
"Meses de investigaciones exhaustivas han demostrado que no ha existido ataque alguno", ha recordado Vidal y por ello ha considerado "inaceptables" e "irresponsables" las declaraciones de su homólogo estadounidense, Francisco Palmieri, que ha insistido en que "aún queda mucho por saber".
Vidal ha recalcado que "el Gobierno cubano no tiene responsabilidad alguna en las afectaciones de salud reportadas por diplomáticos estadounidenses" y ha subrayado que "Cuba nunca ha perpetrado ni perpetrará, ni ha permitido ni permitirá, que terceros actúen contra la integridad física de ningún diplomático, sin excepción".
"Cuba es un país seguro, pacífico y saludable para los cubanos, para los extranjeros, para los diplomáticos acreditados y para los millones de personas que nos visitan cada año, incluyendo los estadounidenses", ha enfatizado, según informa el diario oficial 'Granma'.
Este episodio ha tensado aún mas las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que han vuelto al 'status quo' con la Administración Trump. Washington ha retirado a gran parte de su personal en La Habana y ha expulsado a diplomáticos cubanos hasta aclarar lo ocurrido.
La Embajada estadounidense en La Habana reabrió en 2015 como parte del acercamiento entre la Administración de Barack Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, después de más de medio siglo de hostilidad entre ambos países. El diálogo se frenó con Trump, que reclama al régimen 'castrista' avances en Derechos Humanos y democracia.