Castro dibuja un "turbulento escenario" económico y pide a los cubanos que se preparen para "la peor variante"
MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cuba ha promulgado este miércoles su nueva Constitución, que el ex presidente Raúl Castro ha definido como garantía de "continuidad" de la Revolución pese al salto generacional que se ha producido en la cúpula de poder con su reemplazo por Miguel Díaz-Canel.
"Hoy se proclama nuestra Constitución. Solo a ella y a Cuba nos debemos. Ella es nuestra voluntad. Somos Cuba. Somos continuidad", ha dicho el actual presidente en su cuenta oficial de la red social Twitter.
Los cubanos aprobaron el pasado 24 de febrero en referéndum la primera reforma de la Constitución en más de 40 años, para adaptar la redacción soviética, con modestos pero significativos avances, al rumbo que el Gobierno de Díaz-Canel pretende imprimir a la isla caribeña tras la partida de los hermanos Castro.
La versión anterior se forjó al calor del triunfo revolucionario de 1959 con la Constitución soviética como modelo. Desde entonces, 1976, se ha enmendado tres veces. La primera fue ese mismo año para renombrar la Isla de Pinos como Isla de la Juventud; la segunda, en 1992, para abrir las relaciones internacionales a Occidente ante el desmoronamiento de la URSS; y la última, en 2002, para hacer irreversible el "carácter socialista" del país.
"Esta Constitución es continuidad de aquella", ha dicho Castro en el discurso que ha pronunciado en su calidad de máximo jefe del Partido Comunista de Cuba (PCC) --cargo que retendrá hasta 2021--, durante la sesión extraordinaria que se ha celebrado en la Asamblea Nacional para dar vida al texto reformado.
Lo cierto es que, aunque hace una renuncia tácita a la "sociedad comunista" a la que aspiraba el artículo 5 de la vieja versión, señala al PCC como "la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado" y el "único" partido posible.
Solamente se prevé un cambio político de tipo estructural. Así, el presidente continuará como jefe del Consejo de Estado, con poderes legislativos, y del Consejo de Ministros, con poderes ejecutivos, pero el peso del día a día del Gobierno recaerá sobre un primer ministro propuesto por el presidente y elegido por la Asamblea Nacional.
"Se trabajará para que todas estas acciones se materialicen antes de concluir el presente año", ha indicado Castro en alusión a esta reestructuración del Poder Ejecutivo, de acuerdo con el diario oficial 'Granma'.
En materia de Derechos Humanos, tampoco se han producido grandes cambios porque los limita a las leyes cubanas ya existentes. De hecho, en la fase de consultas que se realizó a lo largo de 2018 se frenó la posible legalización del matrimonio homosexual, que habría sido el principal avance.
Los verdaderos cambios se aprecian en materia económica, dando forma jurídica a la tímida apertura impulsada por Castro a su llegada al Gobierno, en 2008. Se reconocen la propiedad privada y "el rol del mercado", y la inversión extranjera pasa de ser secundaria a "fundamental".
"LEGADO PARA LAS NUEVAS GENERACIONES"
"La nueva Constitución", ha valorado Castro, "garantiza la continuidad de la Revolución y la irrevocabilidad del socialismo", porque "sintetiza los ideales de quienes han luchado por una Cuba soberana e independiente", pero también "es hija de su tiempo", porque "refleja las circunstancias actuales y tutela jurídicamente los cambios para alcanzar un socialismo próspero".
Asimismo, ha destacado que "es fruto del trabajo mancomunado de los que tuvieron el privilegio de acompañar a Fidel en la lucha revolucionaria y de los pinos nuevos que paulatinamente vienen asumiendo las principales responsabilidades de la nación".
Castro ha subrayado que "es el legado para las nuevas generaciones de cubanos", por lo que "no basta con proclamarla, sino que es necesario hacer cumplir sus preceptos", y, con este objetivo, ha urgido a la Asamblea Nacional a afrontar una "intensa actividad legislativa".
"ESCENARIO TURBULENTO"
El antiguo mandatario ha dibujado un "turbulento escenario" debido a la crisis económica que sufre Cuba, agravada por las dificultades que atraviesa su principal socio, Venezuela.
"La situación podría agravarse en los próximos meses, aunque no se trata de regresar al Periodo Especial (que siguió a la caída de la URSS), porque hoy es otro el panorama en cuanto a la diversificación de la economía, pero tenemos que prepararnos siempre para la peor variante", ha emplazado.
Así, ha ordenado "redoblar los esfuerzos para incrementar las producciones nacionales, en particular la de alimentos, revisar todos los gastos para suprimir los no imprescindibles" y aumentar la eficiencia energética, "lo que incluye acabar con el robo de combustible".
También ha apuntado a la defensa como "prioridad insoslayable" porque "Estados Unidos y su ambición hegemónica hacia la región plantean la amenaza más perentoria de las últimas cinco décadas a la paz, la seguridad y el bienestar de América Latina y el Caribe".
Como ejemplo, ha mencionado "el asedio incesante contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, con el uso de métodos de guerra no convencional y asfixia económica". "Aunque es el principal foco de agresión, la amenaza nos concierne a todos", ha esgrimido.
En consecuencia, ha ratificado que Cuba "jamás abandonará el deber de actuar con solidaridad en Venezuela", al tiempo que ha ensalzado el comportamiento del Gobierno de Nicolás Maduro y "el pueblo 'chavista'", que "están escribiendo páginas admirables de resistencia".
En lo tocante a Cuba, ha denunciado que Estados Unidos ha aumentado la "guerra económica" a través de la Ley Helms-Burton por su amenaza de renunciar a la tradicional moratoria sobre su Título III, que prevé sanciones para los países que mantienen relaciones económicas y comerciales con la isla.
"En 60 años frente a las agresiones y amenazas, los cubanos hemos demostrado férrea voluntad para resistir y vencer las más difíciles circunstancias, y a pesar de su inmenso poder, el imperialismo no posee la capacidad de quebrar la dignidad de un pueblo unido", ha aseverado.