MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos y El Salvador han firmado este jueves un acuerdo por el que permiten la vuelta del Cuerpo de Paz estadounidense al país latinoamericano, siete años después de que se retiraran por la inseguridad.
La directora del Cuerpo de Paz, Carol Spahn, ha aseverado que "este momento presagia un nuevo capítulo" y ha mostrado su "entusiasmo" por renovar la asociación con el pueblo salvadoreño. El nuevo acuerdo se centra en desarrollar un programa que apoye el desarrollo económico, la educación e iniciativas juveniles.
"El vínculo entre nuestras naciones es histórico y dinámico. Me siento profundamente honrado de ser testigo de esta firma y apoyar una nueva era de colaboración. Juntos, aprovecharemos los éxitos pasados y trazaremos un camino a seguir lleno de esperanza, progreso y respeto mutuo", ha declarado el embajador estadounidense en El Salvador, William Duncan.
El Ministerio de Exteriores salvadoreño ha señalado que "este programa se fue del país en 2016, por los altos índices de violencia en ese momento", pero ahora regresará "gracias al buen clima de seguridad con el que cuenta El Salvador".
"Esta es una muestra de la confianza que genera en los aliados internacionales, los resultados de la estrategia nacional de seguridad implementada por nuestro Gobierno (...) También, ahora podemos decirles a los organismos internacionales: estamos listos para recibirles, en un ambiente seguro y libre de violencia como nunca antes", ha agregado la cartera ministerial.
Por su parte, el mandatario, Nayib Bukele, ha dado la bienvenida al programa a través de su perfil en la red social X, anteriormente Twitter. "En 2016, el Cuerpo de Paz tuvo que abandonar nuestro país debido al aumento de la inseguridad. Ahora regresan al país más seguro de América Latina para ayudarnos (...)", ha manifestado.
El Cuerpo de Paz es una agencia federal independiente de Estados Unidos centrada en proporcionar una red de servicio internacional de voluntarios que trabajan junto a miembros de la comunidad en proyectos locales.
El Salvador lleva casi un año y medio bajo estado de excepción, aprobado con el objetivo de erradicar la violencia de las pandillas en el país y que, si bien ha ido acompañado de un drástico descenso de los homicidios, ha despertado un aluvión de críticas de potencias y organismos internacionales, que cuestionan la ausencia garantías democráticas y de Derechos Humanos de la medida.