MADRID 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los cuerpos de los fallecidos en el siniestro del Boeing 77 de Malaysia Airlines han comenzado a descomponerse ante la incapacidad de los servicios de emergencia y rescate para trabajar con normalidad porque los rebeldes y los observadores internacionales todavía no han alcanzado un acuerdo para trazar una zona de seguridad.
Fuentes de la autoproclamada república popular de Donetsk han desmentido el supuesto acuerdo anunciado hace unas horas por el jefe de los servicios de seguridad de Ucrania, Valentin Nalivaichenko, quien declaró la apertura de "una zona de 20 kilómetros cuadrados" en torno al lugar del siniestro del vuelo MH17, según informó inicialmente la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
"No hay una zona de seguridad", ha respondido el alto funcionario de Donetsk, Sergei Kavtaradze a Reuters. "Hay que tener en cuenta que se trata de una región situada cerca del frente y hay actividad militar".
EL LUGAR DEL SINIESTRO, CASI DESIERTO
Dos días después del accidente, algunos cuerpos todavía permanecen en los asientos del avión, según la cadena CNN, que cuenta con presencia en el lugar.
No se tiene constancia de la presencia de equipos forenses ni de recuperación de cuerpos y los únicos cambios perceptibles tienen que ver con el equipaje de los pasajeros, que ha sido apilado al lado de los restos.
"Es el mayor escenario de un crimen ahora mismo, y está custodiado por un puñado de tipos uniformados, armados hasta los dientes, y muy poco hospitalarios", ha declarado el portavoz de la OSCE Michael Bociurkiw. "Pedimos a las milicias que nos dejaran hablar con su líder, con su comandante, pero no se ha presentado nadie", ha declarado.