PEKÍN 16 Jul. (Reuters/EP) -
El líder espiritual de Tíbet, el Dalai Lama, ha ridiculizado al Partido Comunista Chino por querer controlar el proceso de su sucesión, asegurando que el Gobierno "finge" saber más que él sobre el sistema de reencarnación --necesario para elegir nuevo líder budista--, según ha informado este jueves el 'New York Times'.
Es probable que los comentarios del Dalai Lama provoquen una respuesta agresiva por parte de China. "El Partido Comunista Chino finge que sabe más del sistema de reencarnación que el Dalai Lama", ha manifestado el líder religioso, que cumplió hace poco 80 años, en una entrevista para el diario estadounidense 'New York Times'.
El pueblo tibetano teme que el Gobierno chino nombre un 'falso' Dalai Lama con el objetivo de dividir a los budistas, mientras que los religiosos designan a uno nuevo de acuerdo con sus tradiciones.
La doctrina budista tibetana sostiene que el alma del Dalai Lama se reencarna en el cuerpo de un niño tras su muerte. China defiende que la tradición continúe para que se designe al próximo líder. Sin embargo, el Dalai Lama ha asegurado varias veces que el título religioso podría terminar después de su muerte.
Varios funcionarios chinos, sin embargo, han insistido en que el Gobierno debe aprobar al próximo Dalai Lama y que el actual líder religioso no tiene el derecho de renunciar al sistema de la reencarnación.
El líder religioso, que fue galardonado con el Nobel de la Paz, ha expresado en la entrevista al rotativo estadounidense que su máxima preocupación ahora mismo es que China nombre al siguiente líder budista, asegurando que "ya se ha sentado precedente".
UN 'FALSO' LAMA
En 1995, después de que el Dalai Lama nombrase a un niño tibetano como la reencarnación del anterior Panchen Lama, la segunda autoridad budista, China puso al niño bajo arresto domiciliario y puso a otro 'falso' en su lugar.
El Dalai Lama "ha dado a entender que organizaría una especie de referéndum entre los exiliados tibetanos y consultaría a los tibetanos de dentro de China" sobre su sucesión, argumentando que el asunto debe estar formalmente resuelto para su 90 cumpleaños, ha informado el periódico norteamericano.
El líder budista ha felicitado al Gobierno chino por la campaña anticorrupción del presidente, Xi Jinping. También ha afirmado que la madre de Xi es "muy religiosa" y una budista "muy devota" y ha recordado que el propio mandatario se ha pronunciado varias veces de forma positiva sobre el budismo.
China, que define al líder budista como separatista peligroso, ha gobernado Tíbet con mano de hierro desde que las tropas comunistas se hicieron con el control de la región en 1950. El Dalai Lama huyó exiliado a la India en 1959 después de un levantamiento fallido contra el control chino.