Ya son 12 los muertos por el atentado en Filipinas

Atentado en Filipinas
REUTERS
Actualizado: viernes, 2 septiembre 2016 21:14

MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

Al menos 12 personas han muerto y otras 60 han resultado heridas a causa de la bomba que ha estallado este viernes en un mercado nocturno de la ciudad filipina de Davao, en la que se encontraba el presidente del país, Rodrigo Duterte, que ha salido ileso.

La explosión ha ocurrido alrededor de las 22.00 (hora local) en la avenida Roxas de Davao, plagada de puestos callejeros de todo tipo, que acaba en el Hotel Marco Polo, una zona muy frecuentada por Duterte, según ha contado a ABS-CBN la inspectora de Policía Katherine Dela Rey.

"Estábamos en una reunión con amigos y escuchamos una gran explosión. Lo primero que pensamos fue: 'es una bomba'", ha contado John Rhyl Sialmo III, un estudiante de 20 años que estaba en el Ateneo de la Universidad de Davao, cercano al lugar de los hechos.

El portavoz presidencial, Ernesto Abella, ha dicho a CNN Filipinas que, aunque "no hay nada definitivo", de momento hay "al menos 10 personas muertas y unas 60 heridas". Sin embargo, la Policía ha informado después de que dos de los lesionados han fallecidos.

Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona. "Hemos abierto una investigación en profundidad para determinar las causas de la explosión", ha dicho el jefe de la Policía regional, Manuel Guerlan. "Pedimos a la gente que esté alerta en todo momento", ha añadido.

Duterte, se encuentra en Davao, su ciudad natal, de la que fue alcalde 22 años hasta dar el salto a la política nacional, pero está sano y salvo y por razones de seguridad ha sido trasladado a una comisaría, ha contado su hijo, Paolo Duterte, que es vicealcalde de Davao.

"Es un día triste para Davao y para Filipinas", ha declarado Paolo Duterte a través de un comunicado, en el que ha subrayado que, de momento, se desconoce la autoría de este ataque.

El Gobierno de Duterte, que comenzó su andadura hace unos meses, está en el punto de mira por la guerra que ha lanzado contra el narcotráfico, que ha dejado más de 2.000 muertos, muchos de los cuales, tal y como denuncian organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, serían ejecuciones extrajudiciales.

Además, el presidente filipino ha prometido "derrotar" a Abú Sayyaf, un grupo armado vinculado al Estado Islámico que actúa en la región sur del archipiélago, donde se concentra la insurgencia musulmana de Filipinas, un país de mayoría cristiana.

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