La indefinición de la UE por la crisis de refugiados ha dejado "la puerta abierta" a políticos populistas
MADRID, 17 Abr. (EDIZIONES) -
La democracia en los países de Europa Central y del Este está en claro retroceso, con políticos de corte populista en auge y medidas contra la inmigración que amenazan con hacer tambalearse a la Unión Europea. Así se desprende del estudio 'Naciones en tránsito', publicado por el 'think-tank' Freedom House.
El estudio advierte de que la consolidación de la democracia en estos países, que comenzó con su salida del bloque comunista y se vio fomentada por su entrada en la UE en las últimas ampliaciones, está en peligro, entre otras cosas porque "la desunión de Europa" que ha puesto de manifiesto la crisis de refugiados "ha dejado el campo abierto a los populistas".
"Los principales políticos en Europa Central y del Este --respaldados por algunos homólogos en Europa Occidental-- han abrazado la xenofobia y el nacionalismo, posicionándose como los protectores de la identidad cristiana de su país frente a una 'invasión' de musulmanes", denuncia el informe.
Ahora, según Freedom House, "el reto que durante años representaba el antiliberalismo descarado del húngaro Viktor Orban ya no está concentrado en un solo país, sino que se está convirtiendo en el enfoque favorito entre los estados que se unieron a la UE después del año 2000".
"La titubeante respuesta de la UE a la crisis migratoria ha dejado la puerta bien abierta a los populistas que rechazan abiertamente los principios fundamentales de la democracia liberal", subraya el director del proyecto Naciones en tránsito, Nate Schenkkan.
"El renovado nacionalismo y la erosión de la libertad de movimientos y otros principios fundamentales están amenazando la consolidación de la democracia en Europa del Este y con ello todo el proyecto europeo", advierte, incidiendo en que "el objetivo de una Europa única y libre tiene que ser actualizado". "Las amenazas a la unidad y la libertad en Europa son tanto internas como externas", añade.
TRAS LOS PASOS DE ORBAN
Schenkkan pone especialmente el acento en el hecho de que varios líderes de países centroeuropeos han optado por seguir los pasos de Orban, primer ministro de Hungría, quien con un discurso xenófobo optó por proceder a cerrar las fronteras del país y construir vallas con Serbia y Croacia para impedir la entrada de refugiados.
"Decir que Europa se enfrenta a una invasión se ha convertido en el estándar para una gama de políticos y partidos en Europa", lamenta el autor del informe, subrayando que "este tipo de discurso mina la democracia rechazando uno de sus principios fundamentales: la igualdad ante la ley".
"Existe el peligro de que este tipo de discurso de odio y paranoide conduzca a violencia contra las minorías y los refugiados", advierte Schenkkan. El informe incide en que en estos países parecen estar triunfando aquellos políticos que ofrecen las "respuestas fáciles: construye una valla, aplasta a los terroristas, protege la patria".
En opinión de Freedom House, "estos populistas están abocados al fracaso" pero "el daño que hacen puede vivir más allá de su paso por la escena política". Para hacerles frente, afirma, "Europa debe elegir entre crear mecanismos de rendición de cuentas con suficiente poder para abordar cuestiones fundamentalmente supranacionales, o ver como estados miembros individuales desmontan la unión pieza a pieza".
GRUPO DE VISEGRADO
El 'think tank' estadounidense lamenta especialmente el papel protagónico que ha tenido en este giro hacia políticas populistas el Grupo de Visegrado. La organización, que integran Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, se creó en 1991 tras la caída del Telón de Acero y suponía un compromiso con los valores democráticos.
En 2015, los países que integran la organización "se han convertido en los ladrillos que construyen una Europa que es más nacionalista y que mira más hacia sí misma que en ningún otro momento en las dos últimas décadas".
Estos países han sido los que más se han opuesto al reparto de los refugiados llegados a Grecia e Italia entre los distintos países de la UE, hasta el punto que Eslovaquia y Hungría incluso han presentado recursos ante el Tribunal Europeo de Justicia.
Sus líderes también han aprovechado la crisis para "reforzar su atractivo populista, desoyendo principios humanitarios fundamentales y los ideales del pluralismo democrático para logros partidistas a corto plazo", incide el estudio. Tanto el partido Fidesz de Orban como el Smer del primer ministro eslovaco, Robert Fico, han subido en las encuestas.
En el caso de este último país, las elecciones celebradas el pasado 5 de marzo dieron una nueva victoria a Fico, que sin embargo perdió la mayoría absoluta, pero también supusieron la entrada por primera vez en el Parlamento del Partido Popular Nuestra Eslovaquia (LSNS), una formación de origen neonazi y cuyo líder, Marian Kotleba, es conocido por sus discursos incendiarios de corte racista y homófobo.
En Polonia, el informe pone el acento en la victoria del partido Libertad y Justicia (PiS) del pasado otoño y sus agresivas medidas para consolidar su control sobre el Tribunal Constitucional y los medios públicos y considera que la "rápida respuesta de la UE" en este asunto es un "signo positivo de que el bloque se toma en serio las amenazas a los principios centrales".
"El hecho de que el Grupo de Visegrado, 25 años después de su fundación, se haya transformado de una ejemplar unidad y democracia a ser el principal promotor del egoísmo y la intolerancia debería servir como una advertencia urgente sobre hacia dónde se encamina Europa", remacha Freedom House.
Freedom House elabora su informe 'Naciones en tránsito' desde 1995 para hacer seguimiento de la democracia en los antiguos países comunistas de Europa y Eurasia. En total, analiza a 29 países en los que, desde hace doce años la media del dato sobre la situación de la democracia ha retrocedido, de acuerdo con el baremo que establece en el que el 1 es el máximo y el 7 el mínimo.