Actualizado: jueves, 18 mayo 2017 2:46


MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -

Los líderes demócratas en el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Chuck Schumer y Nancy Pelosi, respectivamente, han celebrado este miércoles la decisión del departamento de Justicia de establecer una Fiscalía especial encargada de investigar la presunta injerencia de Rusia en las elecciones que tuvieron lugar el pasado 8 de noviembre y en las que salió victorioso Donald Trump.

En una serie de comentarios publicados en su cuenta oficial de la red social Twitter, Schumer ha asegurado que era "muy necesaria" una entidad judicial para investigar la posibilidad de que Moscú tuviera algún tipo de influencia en los comicios. "El vicefiscal general (Rod) Rosenstein ha hecho lo correcto", ha afirmado.

En un comunicado, Rosenstein ha anunciado la designación del exdirector del FBI Robert Mueller para el cargo de supervisor de la investigación.

"El exdirector Mueller es exactamente el adecuado tipo de persona para ejercer como abogado especial en la investigación del tema de Rusia", ha agregado, antes de expresar su "confianza" actual, dadas las circunstancias, en que la investigación "seguirá los hechos allá donde vayan".

Por su parte, Pelosi ha agradecido a la Secretaría de Justicia que haya "respondido a las peticiones de los congresistas demócratas" y haya decidido establecer este órgano judicial especial para dirigir las pesquisas sobre las posibles conexiones entre el presidente y Rusia.

Pelosi también ha tenido unas palabras positivas para Mueller, a quien ha definido como un "funcionario público respetado con la más alta integridad". "El Gobierno de Trump debe dejar claro que el director Mueller tenga los recursos y la independencia que necesita para ejecutar esta importante investigación", ha agregado.

En un comunicado, la líder de la minoría en la Cámara de Representantes ha indicado que este es "el primer paso" pero que "no puede ser el último". Así, ha advertido de que el "director Mueller todavía estará en la cadena de mando bajo el liderazgo del departamento de Justicia, designado por Trump".

En este sentido, ha señalado que "no puede tomar el lugar de una comisión externa e independiente que está completamente libre de la intromisión del Gobierno de Trump". Por último, ha planteado la duda de si la investigación de Mueller "incluirá el intento del presidente Trump de intervenir en la investigación a Michael Flynn", el exasesor de Seguridad Nacional.

"El pueblo estadounidense tiene derecho a la verdad, libre de cualquier esfuerzo por parte del departamento de Justicia de Trump de silenciarla", ha concluido.

Al anunciar la creación de este órgano especial, Rosenstein ha explicado que esta decisión "no supone que se haya determinado que se cometió algún delito ni tampoco garantiza que se lleve a cabo un procesamiento".

"Lo que sí he determinado es que en base a unas circunstancias únicas, el interés público me exige establecer esta investigación bajo la autoridad de una persona que ejerce un grado de independencia de la cadena normal de mando", ha agregado.

En el comunicado, el fiscal general en funciones ha explicado que en el departamento de Justicia se llevan a cabo cada año "decenas de miles de investigaciones" y ha expresado su "confianza en la independencia e integridad" de los empleados de la Secretaría y en los procedimientos.

"Considerando las circunstancias únicas de esta cuestión, no obstante, he considerado necesario que se establezca un consejo especial para que el pueblo estadounidense tenga plena confianza en el resultado", ha añadido.

Por último, ha subrayado que Mueller contará "con los recursos apropiados para llevar a cabo una investigación completa y exhaustiva" y le ha trasladado su confianza en que "seguirá los hechos, aplicará la ley y obtendrá un resultado justo".

Mueller ha aceptado dimitir de su cargo, en una empresa privada, para "evitar cualquier tipo de conflicto de interés con los clientes y con los abogados de su firma", ha concluido.

La relación entre Trump y el Gobierno de Moscú ha levantado la polémica desde antes incluso de que el republicano llegara a la Casa Blanca. La publicación de los correos electrónicos de miembros del Partido Demócrata en vísperas de las elecciones, entre ellos del entorno de la excandidata Hillary Clinton, han provocado que Washington sospeche de que Rusia interfirió en los comicios para favorecer al actual mandatario.

Desde entonces, los contactos entre el exasesor de Seguridad Nacional y el embajador de Rusia en Estados Unidos, Sergei Kisliak, que le obligaron a dimitir de su cargo menos de un mes después de asumirlo, o las recientes conversaciones entre Trump y el secretario de Estado ruso, Sergei Lavrov, en las que presuntamente habrían abordado información altamente clasificada han contribuido a que la polémica continúe.

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