KIGALI, 28 Ene. (DPA/EP) -
La Iniciativa de Derechos Humanos de Burundi (BHRI) ha denunciado este martes que el ala juvenil del partido gobernante, Imbonerakure, sigue cometiendo abusos de los derechos fundamentales en un momento en que el país se prepara para celebrar elecciones presidenciales el próximo mes de mayo.
"Si te opones al Gobierno, arriesgas tu vida", ha denunciado la BHRI en un informe titulado 'Una fachada de paz en la tierra del miedo: Detrás de la crisis de Derechos Humanos en Burundi'. Según la organización independiente, miembros de la oposición han sido asesinados y enterrados en secreto.
"Policías vestidos con uniformes de camuflaje acompañaron los cuerpos en la parte posterior del camión, donde iban cubiertos con una lona. Algunos cuerpos fueron enterrados en fosas ya existentes", han contado responsables del partido gobernante citados en el informe.
Según estas fuentes, el objetivo de esta estrategia es ocultar "estos asesinados a las organizaciones de Derechos Humanos y persuadir a los actores internacionales de que el país está tranquilo a medida que se acercan las elecciones".
El documento se publica unas semanas después de que Human Rights Watch (HRW) denunciara en su informe anual que el Imbonerakure llevó a cabo "ejecuciones sumarias, violaciones, secuestros, palizas e intimidación de presuntos oponentes políticos".
Aunque el Gobierno burundés ha negado las acusaciones, tanto HRW como la ONU han hallado pruebas de abusos de los Derechos Humanos en el país africano, incluso después del fin de la guerra civil en 2005.
En 2019, la ONU dijo que la población en Burundi vivía bajo un reino de terror ante la celebración de las elecciones y que había signos de que alertaban de que podrían producirse nuevas atrocidades.
El país se vio sumido en una grave crisis en 2015 a raíz de la decisión del presidente, Pierre Nkurunziza, de optar a un tercer mandato, ya que la oposición denunciaba que violaba el acuerdo de paz alcanzado para poner fin a la guerra civil.
Tras un fallido golpe de Estado, el presidente logró revalidar su cargo en las urnas, desatando con ello una ola de violencia con epicentro en la capital, Buyumbura, que se cobró al menos 450 vidas, de acuerdo con organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.
Nkurunziza afirmó en 2018 que no volvería a presentarse a la reelección tras la aprobación de una nueva Constitución que prolongaba los mandatos de cinco a siete años, si bien sus declaraciones fueron acogidas con escepticismo por parte de sus opositores.
Dado que se cambió la Constitución, el contador de mandatos para Nkurunziza, en el poder desde 2005, volvió a cero. Con ello, el actual presidente podría buscar su reelección en 2020 y de nuevo en 2027, por lo que no tendría que dejar el cargo hasta 2034. Asimismo, podría regresar a la Presidencia en 2041, puesto que el nuevo texto solo impide gozar de más de dos mandatos sucesivos, pero no dice nada de que no sean consecutivos.
Sin embargo, el pasado domingo su partido, el Consejo Nacional-Fuerzas para la Defensa de la Democracia de Burundi (CNDD-FDD), eligió al general Evariste Ndayishimiye como su candidato para las elecciones presidenciales.