Esgrime "intereses de seguridad" dada la "expansión de Rusia en el flanco sur de la OTAN"
MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Estado de EEUU ha solicitado al Congreso 12,7 millones de dólares (unos 11,5 millones de euros) con vistas a la posible reanudación de sus actividades diplomáticas en Libia, una década después del cierre de su misión en el país por la guerra desatada en el país norteafricano.
La petición aparece reflejada en un informe de justificación de fondos ante el Congreso de EEUU de cara al año fiscal 2025 publicado el pasado lunes.
La cantidad solicitada, esgrime el departamento que dirige Antony Blinken, permitiría "la potencial reanudación de las operaciones de la Embajada, así como gastos operativos para un viaje diplomático, y una mayor utilización de aviones estacionados en Malta para vuelos a (la capital) Trípoli.
El Departamento de Estado esgrime que, "dada la influencia cada vez mayor de Rusia en el flanco sur de la OTAN, la presencia de Estados Unidos en Libia, aunque solo sea a través de viajes, es vital para preservar nuestros intereses de seguridad a largo plazo".
Ese mismo lunes, en rueda de prensa, el subsecretario de Estado Richard Verma indicó que esta cantidad se inserta dentro de un paquete mucho mayor de 5.600 millones de dólares (unos 5.100 millones de euros) destinados a "expandir la presencia de EEUU en el Indo-Pacífico, Libia y el Caribe Oriental".
En la misma rueda de prensa, el director de la Oficina de Planificación y Recursos del Departamento de Estado, Doug Pitkin, confirmó "negociaciones en curso para el establecimiento de una instalación en funciones que pudiera proporcionar la seguridad necesaria al personal estadounidense".
La Embajada de Estados Unidos en Trípoli suspendió sus operaciones en julio de 2014, al poco del estallido de la segunda guerra civil libia que enfrentó a las administraciones paralelas del este del país con las de Trípoli; un conflicto que todavía persiste aunque a una intensidad mucho menor, y en medio de un escenario de completa incertidumbre política y de parálisis en las conversaciones con vistas a la celebración de unas necesarias elecciones generales.