MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha reclamado más tiempo para recopilar las posibles pruebas que respalden la denuncia del presidente, Donald Trump, de que su predecesor, Barack Obama, "pinchó" su teléfono.
La portavoz del Departamento, Sarah Isgur Flores, ha desvelado que el organismo ha pedido al presidente y al vicepresidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes "tiempo adicional" para "revisar" la demanda junto a las autoridades legales y "determinar si existen documentos relacionados".
Jack Langer, portavoz del presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Devin Nunes, ha confirmado la petición del Departamento de Justicia, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.
"El Departamento de Justicia ha pedido más tiempo para satisfacer la petición del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de recibir información relacionada con una posible vigilancia a Trump y sus asociados durante la campaña electoral", ha dicho.
"Hemos pedido al Departamento que nos dé esta información antes de la vista del comité convocada para el 20 de marzo. Si el comité no recibe una respuesta para entonces, pedirá esta información durante dicha vista, y podría recurrir a un proceso obligatorio si nuestras preguntas siguen sin respuesta", ha remachado.
Horas antes, la Casa Blanca había matizado las acusaciones de Trump contra Obama, asegurando que el actual mandatario no cree que su teléfono fuese pinchado durante la campaña para las elecciones de noviembre de 2016.
"No cree que el presidente Obama pinchase su teléfono personalmente", afirmó en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, que se limitó a hablar de actividades de "vigilancia" en la Torre Trump de Nueva York.
El actual mandatario, sin embargo, sí utilizó el término "escucha" en los mensajes de Twitter con los que denunció el supuesto espionaje, publicados el 4 de marzo.
Según Spicer, la palabra iba entrecomillada y, por tanto, no se trataba de una explicación literal de la vigilancia de la que habría sido víctima.
"Creo que no hay duda de que había vigilancia de cara a las elecciones. Fue una actividad de la que se informó ampliamente", argumentó el portavoz presidencial, sin aclarar a lo que se estaba refiriendo.
Spicer dijo además que le llama la atención que los mismos medios que supuestamente informaron de estas acciones "ahora se pregunten dónde está la prueba".
Trump y su equipo han rehusado presentar pruebas de sus sospechas, lo que ha generado todo tipo de dudas que la Administración se esfuerza a duras penas en aclarar.