El rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn
ATHIT PERAWONGMETHA
Actualizado: lunes, 17 abril 2017 18:42


BANGKOK, 17 Abr. (Reuters/EP) -

Los opositores a la junta militar que gobierna Tailandia han expresado este lunes su preocupación ante el futuro de la democracia en el país y las nuevas tensiones políticas que han surgido a raíz de la misteriosa desaparición de una placa conmemorativa de la revolución que tuvo lugar en el país en 1932 y acabó con la monarquía absolutista.

Hasta la fecha ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del robo de la placa, pero su desaparición ha causado una gran indignación en Tailandia, donde a pesar de que la junta militar ha prometido en varias ocasiones celebrar elecciones, el poder continúa en manos de los militares y del rey Maha Vajiralongkorn.

La junta militar ha asegurado que no sabe quién ha retirado la plaza, que se encontraba incrustada en cemento en una plaza del casco histórico de Bangkok. La plaza se encuentra muy cerca del Parlamento, del Salón del Trono y de varios barracones militares. El área está siendo vigilada por varios agentes de Policía tras el robo.

La placa desapareció durante la noche del viernes y fue reemplazada por otra conmemorando la monarquía.

"¿Por qué deberíamos asumir la responsabilidad? ¿Qué hacemos? ¿Culparnos por todo lo que desaparece en este país?", ha espetado uno de los portavoces del Gobierno, Veerachon Sukhonthatpatipark. La Policía de Bangkok ha asegurado que continúa investigando sobre el robo.

La desaparición de la placa se ha producido casi tres años después de que el Ejército derrocase a un Gobierno elegido democráticamente con el supuesto fin de acabar con las revueltas y disturbios causados en el país por las tensiones políticas.

A pesar de que la junta militar que gobierna desde entonces ha prometido convocar elecciones a finales de este año, los críticos del Gobierno aseguran que la nueva constitución está diseñada para garantizar que el Ejército continúa manteniendo su influencia en materia política durante años.

"La placa era un símbolo de igualdad en Tailandia", ha asegurado Thanawut Wichaidit, portavoz del grupo opositor Frente Democrático Unido contra la Dictadura.

"Los anteriores gobiernos nunca pensaron siquiera sobre quitar la placa, pero este Gobierno, con sus poderes extraordinarios que están por encima de la ley, ha permitido que esto ocurra, por lo que me entra la duda sobre si Tailandia volverá o no a ser una democracia algún día", ha añadido.

PAPEL CENTRAL DEL EJÉRCITO

La placa se encontraba en la plaza debido a la importancia que tuvo el casco histórico en el desarrollo de la revolución de 1932. El golpe de Estado fue obra de burócratas civiles y oficiales militares que tenían como objetivo acabar con la monarquía absolutista e instaurar un régimen parlamentario.

Durante las décadas siguientes, el Ejército obtuvo un papel central en el liderazgo del país y Tailandia comenzó a experimentar una sucesión tras otra de Gobiernos fallidos, tensiones políticas, golpes de Estados y elecciones adelantadas. La nueva constitución, aprobada hace unos meses, es la número 20 desde 1932.

A pesar de que Tailandia es una monarquía constitucional, la Corona continúa siendo un pilar fundamental en la vida política del país y el fallecido monarca, el rey Bumibol Adulayadej solía intervenir en momentos de crisis.

Su hijo, el rey Maha Vajiralongkorn, que ascendió al trono el año pasado tras la muerte de su padre, ha mostrado una postura muy firme con la junta militar: este mes, antes de aprobar la nueva constitución, solicitó que se realizaran cambios en el proyecto constitucional antes de aprobarlo para aumentar sus poderes.

REPRESIÓN

Los grupos por los Derechos Humanos en el país aseguran que la libertad de expresión cada vez está más reprimida bajo el liderazgo del actual primer ministro, Prayuth Chan Ocha. Decenas de disidentes han sido encarcelados por las autoridades por insultar a la monarquía, un delito que conlleva una sentencia de cárcel de hasta 15 años.

Al menos 74 personas han sido condenadas por delitos de lesa majestad desde que el Ejército tomó el poder en 2014. Cerca de la mitad cumplen condena en la cárcel.

Para Sunai Phasuk, un investigador tailandés del grupo por los Derechos Humanos Human Rights Watch, la desaparición de la placa y el comienzo de un nuevo año bajo el poder del Ejército han supuesto una llamada de atención sobre la situación política en Tailandia.

"La reacción ante la desaparición de la placa es una muestra de los grandes desafíos y tensiones que existen entre aquellos que apoyan la vuelta a una Tailandia anterior a 1932 y aquellos que luchan por la democracia", ha asegurado Sunai.

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