CIUDAD DE MÉXICO, 22 Dic. (Reuters/EP) -
La población carcelaria de México ha disminuido un 19,8 por ciento, lo que supone un mínimo histórico de casi dos décadas desde que en 2014 la cifra aumentó significativamente, según los datos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
Sin embargo la caída de la población carcelaria coincide con un aumento de los delitos y los asesinatos, que han alcanzado cifras récord en el país. Numerosos políticos han vinculado dicho aumento a la reforma constitucional de 2008, que buscaba modernizar el sistema judicial mexicano.
Aunque los datos muestran que un menor número de personas ingresan n prisión cada año en México, varios expertos han alertado de la falta de capacidad del sistema para presentar casos sólidos, así como de la ausencia de instituciones y profesionales preparados para ellas.
En 2016 se registró un descenso del 37 por ciento de los ingresos en prisión respecto al año anterior, según ha indicado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En este sentido, también fueron puestas en libertad menos personas.
Ahora el país tienen, por vez primera en más de 20 años, espacio suficiente para todos los presos. La ONG local Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) estima que las últimas reformas tardarán una década en establecerse apropiadamente.