BOGOTÁ, 6 Nov. (Reuters/EP) -
El número de infectados por malaria en América Latina ha descendido un 70 por ciento en los últimos 14 años, así como el porcentaje de fallecidos. Los esfuerzos de Honduras, Brasil y Paraguay por combatir la enfermedad del mosquito explican esta mejora, según la Organización Panamericana de la Salud (PAHO).
Con motivo del aumento de la prevención y del control del paludismo en los países latinoamericanos, el número de afectados ha descendido de 1,2 millones en 2000 hasta los 375.000 en 2014. Las muertes se han rebajado un 80 por ciento durante el mismo periodo, registrándose, según la entidad regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un total de 89 fallecimientos en el último año.
"La región de las Américas ha demostrado su capacidad para reducir la malaria significativamente", ha señalado el dirigente del departamento de enfermedades infecciosas de la OMS, Marcos Espinal, en un comunicado emitido en la noche del jueves.
La PAHO también ha elogiado el programa nacional brasileño de prevención contra la malaria, en activo desde 2003, en el que cerca de 14.000 trabajadores sanitarios contribuyeron a concienciar a la población rural y urbana sobre cómo detectarla y prevenirla, así como a asegurarse del correcto uso e instalación de las mosquiteras. De hecho estas redes, principales armas en la lucha global contra el paludismo, han sido acreditadas como el factor fundamental del descenso en el número de muertes.
Según la OMS, estas medidas de control y, hasta cierto punto, el uso del spray de interior han contribuido a descender en un 60 por ciento los ratios de fallecimientos desde 2000.
CERCA DE 440.000 MUERTOS EN ÁFRICA
A pesar del enorme progreso de los últimos 15 años, alrededor de 483.000 personas en el mundo murieron de paludismo el año pasado, registrando el África subsahariana el 91 por ciento del total de estos fallecimientos, especialmente niños.
Naciones Unidas ha marcado como objetivo reducir el número de infectados y muertos por la enfermedad hasta un 90 por ciento en 2030. Un informe publicado en septiembre por la OMS y UNICEF señaló que, para alcanzar esta meta, era necesario triplicar el presupuesto anual de la campaña anti malaria, desde los 2.700 millones de dólares (2.415 millones de euros) hasta los 8.700 --en euros, 8.098 millones-- en 2030.
El pasado mes, expertos de la OMS señalaron que la primera vacuna mundial contra la malaria resultaba prometedora, pero que debía ser testada antes de ser implantada a escala global, dada su limitada eficacia. Esta decisión podría retrasar su aplicación entre tres y cinco años.