Actualizado: viernes, 27 mayo 2016 13:15


MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -

Más de 4.200 iraquíes residentes en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, han preferido huir de esta zona controlada por el grupo terrorista Estado Islámico y refugiarse en la vecina Siria, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que teme que hasta 50.000 personas puedan seguir este camino.

En concreto, desde que comenzó el mes de mayo, más de 4.200 personas han llegado al campo sirio de Al Hol, ubicado a 14 kilómetros de la frontera iraquí. Muchos cuentan que han utilizado los servicios de las mafias y el viaje que suele durar entre dos y siete días se ha prolongado en algunos casos hasta un mes.

La portavoz de ACNUR, Melissa Fleming, ha advertido de que miles de iraquíes seguirán huyendo de Mosul y la agencia de la ONU ya ha organizado un dispositivo de emergencia con el que brindar ayuda a 50.000 personas en Siria, habida cuenta de que la organización considera que los números no harán sino aumentar en las próximas semanas.

La región siria de Hasaka, escenario de intensos combates, alberga actualmente a unos 90.000 desplazados sirios de otras partes del país y a unos 16.000 refugiados iraquíes.

Las autoridades iraquíes estiman, además, que unas 30.000 personas podrían escapar de Mosul a otras partes de Irak en los próximos meses si la violencia se intensifica. Un eventual ataque del Gobierno sobre esta ciudad, símbolo del auge de Estado Islámico, pondría en la cuerda floja a más de 600.000 civiles.

ACNUR intenta coordinar esfuerzos para garantizar la asistencia médica en Al Hol, ya que un gran número de los refugiados padecen problemas cutáneos y otras complicaciones sanitarias derivadas de la exposición al calor y al polvo durante el peligroso viaje desde Mosul. También es necesario asistir a personas con enfermedades crónicas.

FALUYA

Las dudas sobre la fecha de una posible ofensiva en Mosul se han transformado en certeza en el caso de Faluya y sus alrededores, donde las fuerzas del Gobierno iraquí y las milicias afines ya han comenzado a avanzar para tratar de ganar terreno a los terroristas yihadistas.

Unos 50.000 civiles permanecen "atrapados" en Faluya, según ACNUR, que ha cifrado en más de 800 las personas que han logrado escapar en los últimos días. La mayoría han recalado en zonas cercanas a la ciudad, situada a 60 kilómetros de la capital, Bagdad.

Naciones Unidas ha avisado de que el cierre de los accesos a Faluya ha dejado sin suministros básicos a los civiles que continúan en su interior, hasta el punto de que ya se han registrado "varias" muertes relacionadas con la falta de comida. La población depende también de fuentes de agua "insalubres".

Las pocas informaciones que trascienden de lo sucedido en el interior --principalmente gracias al testimonio de los huidos-- relatan también ejecuciones de personas que intentaban escapar, así como de hombres que se negaban a combatir bajo las órdenes del grupo que lidera Abu Bakr al Baghdadi.

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