MADRID 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los casos de desnutrición infantil atendidos por Médicos Sin Fronteras (MSF) en la zona norte de Nigeria han alcanzado niveles sin precedentes, con una subida "abrumadora" que se hace evidente en estados como el de Bauchi, donde los pacientes en centros nutricionales se han disparado más de un 120 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.
La coordinadora de MSF en Bauchi, Rabi Adamou, ha reconocido que están "muy alarmados" por este "catastrófico" aumento de los datos, habida cuenta de que acaba de empezar la peor temporada en materia de desnutrición y las instalaciones de la ONG "están ya por encima de su capacidad".
"Hemos pasado de contar con 45 camas a tener que habilitar espacios para 250. Y tendremos que seguir ampliando", ha señalado Adamou en un comunicado. La organización ha activado también un programa en ocho aldeas para detectar de manera precoz posibles casos, formando además a familias para que puedan dar un primer aviso midiendo el perímetro del brazo de niños.
MSF achaca la crisis a factores como la inflación, la inseguridad alimentaria, las insuficientes infraestructuras sanitarias, los continuos problemas de seguridad y los brotes de enfermedades agravados por la baja cobertura vacunal, por lo que llama a la confluencia de diversos actores nacionales e internacionales.
Aunque la situación es "crítica" en Bauchi, la desnutrición también es palpable en otras zonas y a nivel nacional MSF tiene constancia de un aumento generalizado de los ingresos hospitalarios por falta de alimentación, con una subida media del 40 por ciento.