MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ofensiva para recuperar la ciudad de Mosul, bajo control del grupo terrorista Estado Islámico desde junio de 2014, ha provocado hasta la fecha 47.730 desplazados, según los últimos datos publicados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La cifra se ha duplicado desde el pasado 4 de noviembre, cuando la agencia de la ONU tenía contabilizadas a 22.224 personas desplazadas por la operación en la que participan el Ejército y la Policía iraquí junto con los peshmerga kurdos y las unidades de Movilización Popular, integradas principalmente por chiíes.
De las casi 8.000 familias que se han visto desplazadas, el 84 por ciento proceden del distrito de Mosul y el 75 por ciento de ellas se han instalado en los campos para desplazados y los centros de acogida de emergencia creados para tal fin. Según las estimaciones de la OIM, cada familia está compuesta por unos seis miembros de media.
"Estamos muy preocupados por las familias de Mosul, tanto aquellas que siguen en sus casas y como las que están huyendo en medio de los intensos combates", ha señalado el jefe de la misión de la OIM en Irak, Thomas Lothar Weiss, en un comunicado.
"Han sido testigos de extrema violencia y experimentado privaciones inenarrables", ha subrayado, explicando que la OIM está prestando asistencia a miles de las familias desplazadas mediante apoyo al alojamiento, bienes no alimentarios y consultas médicas.
"Estas personas han sufrido mucho y necesitan atención médica y medicación. Me parte el corazón cuando les veo, especialmente los niños, en mal estado de salud", ha explicado el doctor Ismael Atiyah, un pediatra que trabaja con el equipo médico de la OIM en la provincia de Nínive, donde está Mosul.
"Pero estoy muy contento de tener la oportunidad de hacer algo sobre ello. Cada día llegan en grandes cantidades buscando desesperadamente atención médica y trabajamos sin descanso para ayudarles", ha indicado. "A menudo no nos damos cuenta de que está oscureciendo y seguimos trabajando. Desearía que los días fueran más largos para poder ayudar a más de ellos", ha confiado.
Un padre que escapó de Mosul junto con su mujer y su hijo durante el pasado fin de semana ha contado a la OIM que fueron testigos de combates y disparos de proyectiles y morteros durante cuatro días en su barrio. "Nos quedamos en nuestra casa y nos escondimos bajo las escaleras, con la esperanza de que los combates terminarían pronto", ha indicado.
"Un coche bomba estalló justo fuera de la puerta delantera de la casa de nuestro vecino. La explosión fue tan grande que provocó daños en muchas casas en los alrededores", ha relatado otro, precisando que un total de 17 personas que estaban en la casa de su vecino, "incluidas mujeres, niños y ancianos", perdieron la vida. "Ahí fue cuando decidimos marcharnos sin importar nada. Tuvimos que caminar 5 kilómetros hasta llegar a las fuerzas iraquíes", ha precisado.