BAMAKO, 19 Nov. (Reuters/EP) -
El grupo miliciano Alianza Nacional para la Protección de la identidad funali y Restauración de la Justicia ha asegurado que depondrán las armas con motivo de los intentos del Gobierno para devolver la paz al país.
Alianza Nacional fue fundada en junio de 2015 con el objetivo de defender a los civiles de etnia fulani de las atrocidades y no está de acuerdo con los grupos milicianos islamistas que operan en el norte de Malí ni con la agenda separatista del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), también en el norte del país.
"Las largas discusiones con nuestros hermanos del movimiento armado MNLA nos han forzado a reincorporarnos a los procesos (de paz). Para nuestro movimiento, la oposición a la integridad territorial de Malí nunca ha sido una cuestión, así como tampoco lo ha sido propiciar una guerra contra Malí", ha afirmado el líder del grupo de Alianza, Oumar Aldjana. "Por el momento, la Alianza (...) ha depuesto las armas y firmará el proceso de paz", ha añadido.
El periodista y escritor Serge Danial ha manifestado que la declaración de Alianza Nacional es creíble y que el motivo detrás de la decisión se debe a un conflicto interno. Su vicepresidente ha declarado que renunciaría a la violencia y a su presidente, Aldjana, no le ha quedado otra alternativa que la de seguirlo, ha expuesto Daniel.
El grupo miliciano Alianza Nacional, que vela por los derechos de la etnia fulani, junto con dos grupos más islamistas reclamaron un ataque en una base militar en el centro de Malí en julio, en el cual murieron 17 soldados.
Grupos islamistas como Ansar Dine han favorecido un levantamiento en Mali este año llevando a cabo más de 60 ataques contra blancos como la ONU desde mayo y se han expandido hasta el sur hacia áreas que antes se consideraban seguras.
Estos grupos también se aprovecharon de la rebelión tuareg en 2012 para conquistar las principales ciudades de Malí del desierto en el norte y así establecer la ley islámica. Las fuerzas de las antiguas colonias francesas expulsaron a muchos de estos grupos, pero no a todos, ya que algunas bases continúan en zonas perdidas del desierto.