MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El clérigo paquistaní Abdul Qavi ha sido arrestado este miércoles tras huir de un tribunal después de que se le negara la libertad bajo fianza por su presunta relación con el asesinato de la celebridad y activista Qandil Baloch.
El muftí Qavi ha comparecido a primera hora del día ante un tribunal para pedir que se extienda su libertad bajo fianza, que ha sido rechazada. Tras ello, sus abogados le han ayudado a escapar del edificio.
Horas después, la Policía ha afirmado que el clérigo ha sido detenido en la autovía que conecta la ciudad de Multan, donde se ha celebrado la vista, con la de Jhang, recalcando que le presentará nuevamente ante la corte durante la jornada de este jueves.
El muftí Qavi había afirmado el martes que comparecería durante la jornada ante el tribunal asegurando que "aceptaría cualquier decisión de la justicia".
La Policía ha afirmado que Qavi es sospechoso del asesinato de Baloch, quien murió en julio de 2016 a manos de su hermano, quien afirmó que se trató de un 'crimen de honor'.
El hermano, Wasim, confesó que había drogado y estrangulado a Baloch por "llevar la deshonra a la familia" por sus vídeos, fotografías y declaraciones a través de las redes sociales.
Baloch, de 26 años, colgaba imágenes de su persona en su página de Facebook junto a mensajes que criticaban "la perspectiva ortodoxa típica" de la población paquistaní.
Semanas antes de su asesinato, Qavi estuvo en el centro de las críticas contra Baloch, quien publicó unos 'selfies' en los que aparecían juntos. Posteriormente, el clérigo dijo que la joven había sido asesinada por cometer un pecado al humillar a un religioso.
Después de la publicación de las fotografías, Baloch recibió amenazas de muerte por parte de seguidores del muftí, lo que la llevó a reclamar protección policial, si bien no le fue otorgada por las autoridades.
El asesinato volvió a desatar la polémica sobre los llamados 'crímenes de honor' contra las mujeres paquistaníes, justificados por los sectores más reaccionarios contra la expansión de los derechos y libertades de la mujer en el país centroasiático.
Más de 500 personas -- mujeres, la práctica totalidad -- fallecen cada año en Pakistán por crímenes de este tipo, particularmente centrados en las mujeres pero que se extienden a todo tipo de prácticas que "avergüenzan" a una comunidad.