YAKARTA 11 Ago. (Reuters/EP) -
La Policía de Indonesia ha arrestado este viernes a un hombre sospechoso de haber reclutado milicianos para enviarlos a combatir con Estado Islámico en Siria y en la ciudad filipina de Marawi, así como de recaudar fondos para el grupo terrorista.
Cerca de 700 personas, incluidos 120 militares, han muerto en Marawi en los últimos meses en el marco de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad filipinas y los milicianos de un grupo terrorista islamista vinculado con Estado Islámico.
El Ejército de Filipinas y la Policía todavía no han logrado recuperar el control de toda la ciudad, en la que residen unas 200.000 personas, tras varias semanas de intensos combates que han dejado graves daños materiales.
El hombre arrestado en Indonesia ha sido detenido en un complejo residencial en los alrededores de Yakarta como sospechoso de pertenecer a Jamaah Ansharut Daulá (JAD), un grupo terrorista indonesio que ha jurado lealtad a Estado Islámico, según ha asegurado el inspector general Setyo Wasisto, portavoz de la Policía indonesia.
Se encargaba de "encontrar a personas para enviarlas a Marawi y a Siria", ha declarado Wasisto en un mensaje telefónico remitido a Reuters. "Todavía no está claro cuántas personas envió", ha añadido.
La Policía también sospecha que el detenido se encargaba de recaudar fondos para realizar operaciones de reclutamiento.
Las autoridades de Indonesia creen que al menos 20 indonesios se encuentran entre los milicianos que están combatiendo en Marawi contra las fuerzas de seguridad filipinas.
Los milicianos del grupo indonesio JAD representa la mayoría de la cúpula de la unidad de combatientes asiáticos que luchan con Estado Islámico en Siria, una unidad conocida como la katiba Nusantara.
Dos de los líderes de esta formación, Bahrumsyah y Bahrum Naim, han dirigido e inspirado una serie de ataques milicianos en Indonesia, según la Policía de este país.
Varios miembros de la katiba Nusantara también han organizado la financiación y han reclutado milicianos para el asalto de Marawi, según ha explicado el centro de estudios indonesio Instituto de Investigación y Análisis de Políticas.