Actualizado: viernes, 30 junio 2017 5:22


MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

El exdiputado marroquí Said Chaaou, residente en Países Bajos y acusado por Rabat de financiar las protestas de los últimos meses en la región del Rif, ha sido arrestado este jueves en el país europeo, según ha informado la agencia estatal marroquí de noticias, MAP.

El ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, ha confirmado la detención, afirmando que "se enmarca en la aplicación del procedimiento de extradición" y agregando que Chaaou "será juzgado por tráfico de droga, creación de una banda criminal, blanqueo de dinero e intento de homicidio".

Sobre Chaaou, de 50 años de edad, pesan dos órdenes de arresto emitidas por un tribunal marroquí en 2010 y 2015 por cargos de asociación criminal y tráfico de drogas.

El Gobierno de Marruecos llamó a consultas a su embajador en Países Bajos durante el fin de semana para protestar por la residencia de Chaaou en el país europeo, afirmando que es parte del círculo de apoyos de las manifestaciones, lideradas por el movimiento Hirak.

"Llevamos entregando desde hace meses información específica a las autoridades holandesas sobre este traficante, que además participa en labores de financiación y apoyo logístico a ciertos sectores del norte de Marruecos", indicó el Ejecutivo en su comunicado.

Los abogados del movimiento Hirak han asegurado por su parte que Chaaou no tiene nada que ver con sus actividades, que su participación no es más que un rumor y que la organización solo atiende a las demandas de la población del Rif, según el letrado Abdessadak Elbuchataui.

Sin embargo, un día antes de que Marruecos decidiera llamar a consultas a su embajador, Chaaou emitió en directo durante dos horas en Internet para condenar las acciones del Gobierno marroquí contra los manifestantes.

El movimiento Hirak nació después la muerte en octubre del pescador Muhcine Fikri, aplastado en un camión de basura cuando intentaba recuperar el pescado que le había confiscado la Policía.

Fikri se ha convertido en un símbolo de las frustraciones de la población y ha reavivado al Movimiento 20 de Febrero, que protagonizó varias protestas en 2011 hasta que Mohamed VI decidió ceder algunas de sus competencias.

En un país donde las manifestaciones son escasas y la monarquía tiene mucho apoyo y poder supremo, las protestas en Alhucemas se han dirigido contra el Gobierno y la comitiva del rey, y no contra el propio monarca.

El Gobierno ha asegurado que los pasos e iniciativas tomadas por el Ejecutivo con respecto a Alhucemas se han adoptado bajo instrucciones directas del Rey Mohammed VI.

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