MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Alí Kushayb, antiguo líder de las milicias 'yanyawid' buscado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de guerra en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, se encuentra bajo la custodia de la corte con sede en La Haya, según ha anunciado el organismo en un comunicado.
El sospechoso, cuyo nombre real es Alí Muhamad Alí Abdelrahmán, "se encuentra bajo custodia del TPI tras entregarse él mismo voluntariamente en República Centroafricana (RCA) en virtud de la orden de arresto emitida el 27 de abril de 2007", ha precisado el tribunal, que ha precisado que comparecerá próximamente ante la Sala de Antejuicio.
El secretario del TPI, Peter Lewis, ha dado las gracias al ministro de Justicia centroafricano, Flavien M'Bata, así como a las autoridades de este país y las de Francia y Chad y al responsable de la Misión de la ONU en RCA (MINUSCA) "por su apoyo y cooperación en el arresto, entrega y traslado de Kushayb al tribunal".
El antiguo líder de los 'yanyawid', las milicias que apoyaron al Ejército sudanés en la lucha contra los grupos rebeldes en Darfur, habría huido al país vecino a finales de febrero desde Darfur Sur junto con varios hombres armados después de que el Gobierno de transición sudanés pactara con el Frente Revolucionario de Sudán, que aglutina a los rebeldes, la entrega al TPI de todos los imputados, según Radio Dabanga.
El TPI presentó en 2007 órdenes de arresto contra el ahora ex ministro de Asuntos Humanitarios Ahmed Harun y contra Alí Kushayb por crímenes de guerra y contra la Humanidad cometidos durante el conflicto de Darfur, que estalló en 2003.
Dos años más tarde, en 2009, el tribunal con sede en La Haya emitió una primera orden de arresto contra el entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, por crímenes de guerra y contra la Humanidad, a la que siguió una segunda en 2010 por genocidio contra varias tribus de Darfur. Además, el TPI también emitió una orden de arresto en 2012 contra el ministro de Interior, Abdelrahim Husein, por crímenes de guerra y contra la Humanidad.
En el caso concreto de Alí Kushayb, pesan 22 cargos de crímenes contra la Humanidad, incluidos asesinatos y torturas, así como 28 caros de crímenes de guerra, entre ellos el dar instrucciones para atacar a la población civil, saqueo y violación, cometidos entre 2003 y 2004 en Darfur.
Según el TPI, Kushayb comandó a miles de milicianos 'yanyawid' entre agosto de 2003 y marzo de 2004 y presuntamente habría aplicado una "estrategia de contrainsurgencia del Gobierno de Sudán que también tuvo como resultado la comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad en Darfur".
Además, se cree que ejerció de "mediador entre los líderes 'yanyawid' en Uadi Salí", su localidad natal, y el Gobierno de Sudán, además de haber enrolado combatientes para estas milicias, a las que armó, financió y abasteció de comida y suministros "contribuyendo de forma intencionada" a los crímenes de los que se le acusa.
BENSOUDA APLAUDE EL ARRESTO
La fiscal jefe del TPI, Fatou Bensouda, ha resaltado que la detención de Alí Kushayb supone "un hito" y ha expresado su agradecimiento a los "estados, organizaciones e individuos que han contribuido en este acontecimiento crucial", especialmente a RCA, Chad, Francia y Países Bajos, así como a la MINUSCA.
"El resultado de hoy ha sido logrado a pesar de la complejidad de la operación, además de las complicaciones añadidas por tener que operar en el contexto de la pandemia de COVID-19", ha señalado Bensouda en su comunicado, en el que ha destacado igualmente el trabajo de su "dedicado equipo".
Así, ha argüido que "la rendición y traslado de Kushayb, casi dos décadas después de sus presuntos crímenes, es un recordatorio poderoso y serio de que las víctimas de los atroces crímenes en la región sudanesa de Darfur han esperado demasiado para ver cómo se hace justicia".
"Las víctimas de la situación en Darfur merecen tener finalmente su día ante los tribunales", ha indicado, antes de recordar que el Consejo de Seguridad de la ONU envió al TPI la situación en esta región sudanesa en marzo de 2005, tras lo que la Fiscalía inició su investigación en junio de ese año y emitió orden de arresto contra Alí Kushayb en abril de 2007.
De esta forma, Bensouda ha hecho hincapié en que el arresto del miliciano "envía además el mensaje claro e inequívoco de que, sin importar cuánto se tarde o los obstáculos en el camino, la Fiscalía no parará hasta que los presuntos responsables de crímenes bajo el Estatuto de Roma sean llevados ante la Justicia".
"Mientras que muchos han abandonado la esperanza en la situación o han intentado de forma activa impedir los progresos, hemos mantenido nuestra concentración y perspectiva, sin rendirnos en nuestras investigaciones pese a los desafíos de cooperación", ha destacado.
Por ello, ha recordado que las investigaciones de la Fiscalía apuntan al sospechoso como presuntos responsable de encabezar a miles de milicianos para "aplicar una estrategia de contrainsurgencia por el entonces Gobierno sudanés que derivó en la comisión de supuestos crímenes de guerra y contra la Humanidad en la región de Darfur".
PIDE LA ENTREGA DEL RESTO DE SOSPECHOSOS
Bensouda ha pedido igualmente a las autoridades de Sudán que "garanticen una justicia tangible para las víctimas de Darfur sin mayores retrasos" y ha recalcado que las otras cinco órdenes de arresto emitidas en relación con los abusos, incluida una contra Al Bashir, "siguen en pie".
"El Gobierno de Sudán sigue bajo una obligación legal de entregar a los otros cuatro sospechosos ante el TPI para que sean sometidos a juicio", ha argumentado, al tiempo que ha añadido que "Sudán puede demostrar a los jueces del tribunal que investiga de forma efectiva y juzga a los sospechosos por la misma conducta criminal alegada en las órdenes de arresto del TPI".
"Seguiré haciendo todo lo que esté en mi mano bajo el Estatuto de Roma para garantizar justicia para las víctimas en la situación de Darfur. Poner fin a la impunidad por los crímenes atroces es esencial para lograr una paz duradera y seguridad en Darfur", ha explicado.
Por último, ha incidido en que "para las víctimas de atrocidades y las comunidades afectadas en muchas situaciones de conflicto en todo el mundo, el TPI representa el último faro de esperanza para una justicia independiente e imparcial".
"Los acontecimientos de hoy son importantes también en este contexto y reflejan la resiliencia, tenacidad y alcance de la justicia, así como la importancia crucial del TPI en la lucha internacional contra la impunidad", ha zanjado.