Según el estudio, hay un cinco por ciento de refugiados o desplazados internos en al menos 17 países
Los países más prósperos son los europeos, mientras que Oriente Próximo y el norte de África sigue siendo la región menos pacífica del mundo
MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El deterioro de la paz sigue al alza este año debido a la incertidumbre económica posterior a la pandemia de la COVID-19, así como por el conflicto en Ucrania, según el decimosexto informe anual del Índice Global de Paz, que ha precisado que el dato de desplazados forzosos en todo el mundo ha aumentado de 31 millones en 2008 a más de 88 millones en 2022.
"El año pasado advertimos sobre las consecuencias económicas de la COVID-19. Ahora estamos experimentando la escasez de la cadena de suministro, el aumento de la inflación y la inseguridad alimentaria, que se han visto agravados por los trágicos acontecimientos ocurridos en Ucrania", ha dicho el fundador y presidente ejecutivo del Instututo para la Economía y la Paz (IEP), Steve Killelea.
Así, el nivel promedio en lo que respecta a la paz global se
ha deteriorado un 0,3 por ciento en 2021, el undécimo descenso en los últimos 14 años, con 90 países mejorando y 71 empeorando, lo que destaca que los países empeoran mucho más rápido de lo que mejoran.
CINCO POR CIENTO DE REFUGIADOS EN 17 PAÍSES
En la actualidad, hay un cinco por ciento de refugiados o desplazados internos con respecto a la población total en al menos 17 países, siendo Somalia --con el 20 por ciento de su población desplazada--, República Centroafricana --más del 20 por ciento-- y Sudán del Sur --el 35 por ciento-- los países más damnificados.
El estudio también detalla que el número de países que experimentan violencia interna han pasado de 29 en 2008 a 38 en 2022, aunque las personas que han muerto por conflictos internos han disminuido desde 2017.
Además, en 2021, el impacto económico de los conflictos armados ha aumentado en un 27 por ciento impulsado, precisamente, por el número de refugiados y desplazados internos a nivel mundial, siendo un once por ciento de la población ucraniana refugiada o desplazada internamente.
En un tono más positivo, el indicador de militarización ha mejorado en 113 países desde 2008 mientras que los niveles de terrorismo también han progresado, con 70 países sin registrar ataques terroristas este año.
Entre los quince países más prósperos, la mayoría son de Europa: Islandia, que mantiene el primer puesto desde 2008, seguido de Irlanda, Dinamarca, Austria, Portugal, Eslovenia, República Checa, Suiza, Hungría, Finlandia y Croacia. También se encuentran Nueva Zelanda, en segundo puesto, Canadá y dos países asiáticos: Singapur y Japón.
En el caso de España, que ha subido tres puestos, el estudio recoge los disturbios en Barcelona por la detención de los líderes "separatistas", así como el incremento en defensa y material militar en el marco de la OTAN.
LOS QUE ENCABEZAN EL DETERIORO
Entre los países que encabezan el ránking en el deterioro de la paz se encuentran Malí, Libia, Corea del Norte, Ucrania --que, debido a la guerra, ha caído 17 puestos--, así como Sudán, República Democrática del Congo, Somalia, Irak, Sudán del Sur y Rusia. Esta última ha descendido cinco puntos.
Libia --que ha registrado la mayor mejora proporcional a nivel mundial--, Egipto y Arabia Saudí han escalado puestos este año debido a una gran mejora en el indicador de protección, paz y seguridad: Libia mejora un 8,3 por ciento, mientras que Arabia Saudí se anota un aumento del 56 por ciento, y Egipto un 5,8 por ciento.
Por otro lado, Siria, Yemen y Afganistán vuelven a ocupar los tres últimos puestos de la lista, sin ningún tipo de cambio. Junto con Rusia y Ucrania, los países que más han caído son Haití -- 16 puestos--, Burkina Faso (12) y Guinea (26).
De hecho, Haití tuvo el quinto mayor deterioro de la paz y el más grande de Centroamérica y el Caribe debido a la violencia entre pandillas, los homicidios, y la inseguridad generada tras el asesinato del presidente Jovenel Moise. Pese a ello, registró una ligera mejora en su compromiso con el mantenimiento de la paz de la ONU en materia de financiación.
Burkina Faso, por su parte, está por segundo año consecutivo entre los cinco países con los mayores deterioros debido, principalmente, al conflicto derivado del golpe de Estado de enero y la falta de gobernabilidad, una inestabilidad que ha disparado los indicadores, especialmente el de refugiados y desplazados internos.
Mientras, Guinea es el país con la peor situación en la región del África subsahariana, aunque, en un tono más positivo, ha mejorado su indicador respecto a los delitos violentos. Sin embargo, el derrocamiento del Gobierno del presidente Alpha Condé en septiembre de 2021 ha provocado una ola de inestabilidad política que sigue en curso.
Por su parte, Yemen es el país menos pacífico de la región de Oriente Próximo y el norte de África --la zona menos pacífica del mundo-- por segundo año consecutivo, posicion que ocupó Siria desde 2014, un país en el que el impacto de la guerra civil ha llevado al 77 por ciento de la población total a desplazarse internamente o a huir por culpa de la violencia.
Además, Yemen está luchando por superar las consecuencias derivadas de la pandemia, que han agravado una crisis social, económica y política que ya estaba estancada debido al conflicto interno en el país desde el estallido de la guerra en febrero de 2015. Según los datos del informe, durante las manifestaciones, se ha incrementado por cuatro el número de muertes violentas, llegando a 33.
Asimismo, a medida que ha remitido el conflicto, el número de muertes en Siria ha descendido notablemente. En el caso de Afganistán, quien lleva ocupando el último lugar de la lista mundial por cinco años consecutivos, la criminalidad ha bajado ligeramente. Por tanto, se espera que la paz --bajo las autoridades instauradas por los talibán-- se mantenga hasta 2023 debido al "fin de la guerra".
UCRANIA Y RUSIA
El aumento de los costes de los alimentos y el combustible ha aumentado la inseguridad alimentaria y la inestabilidad política a nivel mundial, con zonas de África, Asia y Oriente Próximo en riesgo, una crisis agudizada por el bloqueo en los puertos ucranianos.
Con respecto a Ucrania, la inestabilidad política se ha deteriorado en casi un 26 por ciento en 2022, seguido por la facilidad de acceso a armas ligeras, que ha empeorado en un 25 por ciento debido al llamamiento a la población del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a "tomar las armas y defender el país".
Rusia, por su parte, ha tenido el mayor deterioro de la paz de 2022, con una caída del 7,8 por ciento, ocupando así el puesto 160 en la lista, principalmente por el aumento de muertes violentas en el marco del conflicto, la falta de libertad de prensa, así como por el intento del Kremlin de reprimir las protestas en contra de la guerra.
En concreto, el estudio señala que al menos 4.366 personas fueron detenidas en más de cincuenta ciudades, como Vladivostok e Irkutsk, por oponerse a la postura del presidente ruso, Vladimir Putin, de iniciar una "operación militar especial" en Ucrania.