MADRID, 26 Mar. (EDIZIONES) -
Las dudas en torno al accidente del A320 que se estrelló el pasado martes en los Alpes franceses han puesto en el punto de mira a los protocolos de seguridad aérea, su eficacia y las posibles mejoras ante este tipo de situaciones.
La principal duda con respecto al desgraciado accidente que se ha planteado es si un piloto puede quedarse solo en la cabina y desde la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) han dejado claro que sí: "Mientras no sea durante el aterrizaje o el despegue, sí se puede", aunque añade que son las compañías aéreas las que deciden si aplican esa normativa durante todo el vuelo o sólo en esas dos fases.
En el caso particular de Lufthansa, la aerolínea alemana establece como único límite a estas salidas que el avión se encuentre a una altitud superior a los 30.000 pies, algo que se cumplía en el caso del accidente. Por lo tanto, el copiloto Andreas Lubitz no incumplió ninguna norma al actuar de esa manera.
En la mayoría de las compañías aéreas españolas lo que marca el protocolo es que si un piloto debe salir de la cabina, "alguien de la tripulación tiene que entrar en cabina y acompañarlo hasta que vuelta el otro", según el Sindicato de Tripulantes de Cabina (Sitcpla). Además, mientras el piloto esté fuera y la tripulante acompañe al otro piloto la puerta de la cabina debe permanecer cerrada, sin excepción.
Por ello, según el Sitcpla, si se cumple este protocolo, el cual "es muy claro en cuanto a lo que hay que hacer con la puerta de la cabina, los códigos y el desbloqueo de la puerta", no debería de haber peligro.
En cuanto al peligro de que uno o los dos pilotos pierdan el conocimiento o no pueda acceder a la cabina, desde el Sitcpla remarcan que para eso está el código de desbloqueo, que permite abrir la puerta electrónicamente si no hay impedimento desde el interior.
Además, "el código de bloqueo y desbloqueo de la puerta de cabina se deciden en una reunión previa al vuelo entre los pilotos y la tripulación, y es único para cada vuelo", aclara el Sindicato.