OSLO, 10 Abr. (Reuters/EP) -
Un tribunal de Oslo ha dictado prisión ampliada contra el adolescente de origen ruso sorprendido el sábado en Oslo con un artefacto explosivo. La investigación trabaja con la hipótesis de que estaba preparando un atentado con un explosivo casero de escasa potencia que fue detonado de forma controlada con un robot de los artificieros.
El sospechoso estaba en posesión de un tubo de gas de mechero al que había adherido unos clavos, lo que el abogado defensor del joven ha calificado de "broma infantil". Además, el abogado ha asegurado que su defendido no es ningún "extremista".
"No está de acuerdo con los islamistas y está contra la violencia. No quería hacer daño a nadie", ha aseverado el abogado, Aase Karine Sigmond, en declaraciones a Reuters. Sigmond ha explicado que aún deben decidir si recurren esta orden de prisión.
El juez Mads Wilhelm Ruland ha dictado que la Policía puede retener al sospechoso para facilitar la investigación durante dos semanas más, el máximo permitido para un menor según la legislación antiterrorista. "Tenía un tubo de gas de mechero con clavos alrededor", ha explicado la fiscal policial Kathrine Tonstad en declaraciones a la prensa.
Durante la vista, el sospechoso ha comparecido tranquilo, ataviado con un jersey amarillo con rayas grises y hablando de vez en cuando con su abogado. La mayor parte de la vista se ha celebrado a puerta cerrada por petición de las autoridades y también del sospechoso.
Mientras, fuera, agentes armados han registrado a los asistentes en un despliegue de seguridad poco frecuente en este país nórdico. La Policía noruega ha elevado el riesgo de ataque de "posible" a "probable" tras este incidente y la muerte de cuatro personas el viernes en un atentado en Estocolmo.
La Policía ha explicado que por el momento se desconocen los motivos del joven y tampoco se sabe si actuaba solo. Por el momento no se ha difundido el nombre del sospechoso, pero sí se sabe que aunque es ciudadano ruso, lleva diez años viviendo en Noruega junto a su familia y que ha solicitado asilo.
Fue detenido cuando un testigo alertó a la Policía tras ver a una persona de rodillas manipulando un paquete sospechoso junto a un coche en una calle oscura del centro de Oslo. "Si era una bomba que hizo él, me sorprendería que estuviera completamente solo. No es fácil construir una bomba", ha argumentado un investigador de las fuerzas de seguridad noruegas, Thomas Hegghammer.