MADRID, 25 Mar. (Por Amin Awad, director para Oriente Próximo de ACNUR) -
El conflicto de Siria ha entrado este mes en su sexto año. Mientras el mundo celebra este triste aniversario, abundan las preguntas. ¿Cuántos refugiados han dejado Siria? ¿Cuántos irán a Europa, Norteamérica y Australia? ¿Suponen un riesgo para la seguridad? Y, sobre todo: ¿cuándo parará todo?
Como coordinador regional de refugiados para Siria e Irak, he escuchado todas estas preguntas y creo que es momento de proporcionar algunas respuestas:
1. El mundo está en una encrucijada en relación al tratamiento y la percepción de los refugiados. Cómo nos identificamos, entendemos o rechazamos las necesidades de las personas desplazadas viene marcado por la crisis siria. Vemos que este fenómeno aparece en númerosos países de todo el mundo y cada día tienen lugar nuevos acontecimientos relativos a la legislación sobre refugiados, al cierre de fronteras y a las decisiones políticas. Cómo elegimos responder a la crisis actual definirá el futuro de la protección internacional y la respuesta humanitaria.
2. Hay una distinción legal entre refugiados y migrantes. Las palabras importan. La Convención sobre Refugiados de 1951 define como tal a alguien que, debido al miedo fundado a la persecución por razones de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo u opinión política, está fuera de su país y no puede o --debido a ese miedo-- no quiere depender de la protección de ese país. La Convención garantiza la protección internacional de estos individuos y los refugiados no deberían ser catalogados como 'migrantes' en los medios o en las leyes.
Aunque los migrantes económicos no tienen el mismo estatus legal que los refugiados, también deberían ser tratados con dignidad y respeto, con salvaguardas adecuadas para proteger sus derechos básicos.
3. A pesar de los continuos llamamientos, las agencias de ayuda humanitaria de la ONU están muy por debajo de sus necesidades de financiación. A veces, existe la percepción de que la ONU tiene suficientes fondos o incluso demasiados. Nada más lejos de la verdad.
ACNUR agradece las contribuciones de los donantes, pero en 2015 el llamamiento de las agencias para el Plan de ayuda Regional para los Refugiados y la Resiliencia (3RP) sólo ha recibido el 62 por ciento de los fondos. Además, la mayor parte del presupuesto de ACNUR suele venir de un número limitado de donantes --necesitamos incluir a más países y aumentar las contribuciones del sector privado--.
4. Los drásticos movimientos hacia Europa están vinculados a esta falta de financiación. Los análisis de ACNUR y sus aliados revelan siete razones principales por las cuales los refugiados abandonan su región inmediata. Éstas son: pérdida de esperanza de una solución política al conflicto; sentimiento de inseguridad y vulnerabilibad; aumento de la pobreza en los países de primer asilo; oportunidades de vida y empleo limitadas; carencias de ayuda; obstáculos para renovar el permiso de residencia; y escasas oportunidades de educación.
Aumentar la financiación de la respuesta humanitaria de ACNUR podría ayudar a estabilizar los actuales movimientos al proporcionar una mejor asistencia para que los refugiados puedan atisbar un futuro mejor en los primeros países a los que llegan, hasta que puedan volver a casa.
5. Sólo el 1 por ciento de los refugiados han sido reubicados por ACNUR en terceros países y están sometidos a significativas medidas de vigilancia. Es importante aclarar que la mayoría de los 20 millones de refugiados del mundo viven en países en desarrollo o de renta media fronterizos con otros en conflicto, como son Turquía, Jordania, Líbano, Pakistán, Etiopía y Kenia. Proporcionan un bien global tremendo y deben ser reconocidos por su generosidad.
Actualmente, muchos países de todo el mundo no tienen sistemas de reasentamiento y ACNUR insta a una expansión de los protocolos en vigor. Es más, a raíz de los trágicos incidentes terroristas recientes, hay quien ha expresado su preocupación por que los refugiados puedan aprovecharse de este sistema para entrar en países occidentales. Es importante aclarar que ACNUR tiene un sistema estandarizado en vigor gracias al cual identifica a los refugiados más vulnerables. Y esos refugiados pasan por una serie de medidas de vigilancia, primero por ACNUR y luego por los países de acogida.
6. Los refugiados pueden beneficiar a los países de acogida y a las economías locales. Aunque a menudo aparecen como una carga, las investigaciones demuestran que, si se les dan las oportunidades adecuadas, pueden ser una ayuda al proporcionar diversas fuentes de trabajo y contribuir al crecimiento económico.
MOMENTO CRÍTICO
7. Nunca ha existido un momento más difícil para ser refugiado. ACNUR celebró su 65 aniversario el 14 de diciembre de 2015. En la actualidad, las cifras indican que hay más de 18 millones de personas desplazadas en Oriente Próximo y el norte de África, entre ellos más de 5.390.000 refugiados y solicitantes de asilo y 12.855.000 desplazados internos. Esto se suma a los 5 millones de refugiados palestinos que tiene derecho a asistencia de la UNRWA.
Con un número de conflictos sin precedentes, la cifra de refugiados ha aumentado rápidamente y la asistencia financiera no cubre lo requerido. Desde 2010, las solicitudes de ACNUR se han más que duplicado. En el contexto actual, demasiados refugiados viven en refugios inadecuados, pasan hambre, pierden oportunidades de educación y se enfrentan a reacciones basadas en la xenofobia y el miedo.
8. Nunca ha habido un momento más difícil para ser un trabajador humanitario. Durante mis 27 años de trabajo en la ONU, he visitado muchos campamentos y asentamientos en África, Oriente Próximo, Europa del Este y Asia. Los cooperantes nunca se han enfrentado a tantos riesgos de seguridad como ahora, objetivo de grupos radicales extremistas, lo que ha cambiado el contexto en el que opera el personal de ACNUR.
Estoy increíblemente orgulloso de mi personal y ACNUR ha sido reconocido con dos premios Nobel de la Paz, en 1954 y 1981, lo que demuestra la valentía y el compromiso para ayudar a algunas de las personas más vulnerables del mundo.
A LARGO PLAZO
9. La crisis de refugiados duran, de media, muchos años. Aunque haya quien pueda tener la impresión de que una emergencia dura seis meses o un año, antes de que las tiendas se desmontEn y los refugiados vuelvan a casa, la mayoría de las situaciones de desplazamiento se prolongan durante muchos años.
La mayoría de los 60 millones de desplazados viven situaciones prolongadas. Esto significa en términos prácticos que, un largo tiempo después de que los medios dejen de interesarse, muchos seguirán desplazados, lejos de casa y necesitados de ayuda y asistencia. La comunidad internacional precisa cambiar su enfoque en la asistencia de los refugiados, con un mayor énfasis en la planificación a largo plazo, las oportunidades de empleo, la subsistencia y la autosuficiencia.
10. Por último, cuando echamos la vista atrás, nos damos cuenta de que las fronteras y las mentes cerradas nunca han permitido progreso o innovación, o cambiado a mejor el planeta. Los nuevos movimientos de población, incluso los que se deben a tragedias, pueden llevar con ellos nuevos sueños e ideas. Así que dentro del actual debate sobre los refugiados, a aquellos que dicen "cierra la frontera", yo les digo que una política basada en el miedo y la exclusión no sólo es mala en términos legales, económicos y morales, sino también el enfoque más mezquino, uno que no nos permite avanzar como personas.
Cuando seamos lo suficientemente valientes y perspicaces para ver los movimientos de personas y los cambios de escenario como una invitación y una oportunidad y no como una amenaza, las posibilidades de crecimiento humano e innovación serán ilimitadas.