MADRID, 17 Ene. (EDIZIONES) -
El año 2016 ha comenzado de forma agitada en la escena internacional. El 2 de enero, la ejecución por parte de Arabia Saudí de 47 prisioneros, incluido el destacado clérigo chií Nimr al Nimr, desencadenó una ola de reacciones entre los chiíes, con Irán a la cabeza, que culminaron con el asalto a la Embajada saudí en Teherán y al consulado en otra ciudad iraní.
Como consecuencia de ello, Arabia Saudí ha roto relaciones con Teherán, gesto que han emulado otros países como Bahréin, mientras que otros han optado por rebajar el nivel de la relación o retirar a sus embajadores de Irán. Por el momento, la escalada entre los dos archienemigos no ha ido a más pero su rivalidad podría tener consecuencias en los muchos escenarios y conflictos en los que Riad y Teherán respaldan a bandos enfrentados.
El día 6, y de forma inesperada, Corea del Norte anunció que había realizado con éxito la detonación de una bomba de hidrógeno. La ola de reacciones no se hizo esperar con una condena unánime por parte de la comunidad internacional, a falta de poder confirmar de manera independiente el carácter de la prueba nuclear.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que 2015 cerró con numerosos conflictos abiertos, algunos de ellos desde hace décadas, estos son los diez a los que desde Europa Press Internacional consideramos que hay que prestar especial atención:
1. SIRIA
El año 2015 terminó con un halo de esperanza para un posible fin del conflicto en Siria. Tras la aprobación de una resolución de forma unánime por el Consejo de Seguridad de la ONU que fija un calendario para resolver por la vía política la guerra civil, está previsto que representantes del Gobierno de Bashar al Assad se reúnan con emisarios de la oposición el próximo 25 de enero.
Sin embargo, el régimen --y con él Rusia e Irán, sus principales apoyos internacionales-- insiste en que la salida de Al Assad del cargo no puede ser una condición para el diálogo, mientras que para la oposición, que ha designado un órgano negociador que liderará el exprimer ministro Riad Hiyab, es algo prioritario.
La creciente tensión entre Riad y Teherán podría tener efectos en el proceso de paz que se pretende lanzar, puesto que Arabia Saudí ha sido uno de los principales sustentos de los rebeldes sirios --que han salido en su apoyo estos días--, mientras que Irán es un firme respaldo para Al Assad. Precisamente, la participación de ambos países en las conversaciones de Viena que han permitido fijar el calendario había sido clave para lograrlo.
Entretanto, la lucha contra la presencia del grupo terrorista Estado Islámico en Siria se mantiene. La organización que lidera Abú Bakr al Baghdadi ha perdido terreno en el último año ante la acción de la coalición que lidera Estados Unidos y a la iniciada el pasado septiembre por Rusia en apoyo de Damasco.
No obstante, el grupo terrorista está lejos de ser derrotado y ya en el pasado ha demostrado su capacidad de dar golpes de efecto tras haber sufrido algunas derrotas. Así, el pasado mayo se hizo de forma sorpresiva con el control de Palmira, ciudad que todavía mantiene.
La guerra en Siria ha ocasionado una crisis humanitaria de grandes dimensiones, con sus más de 250.000 muertos y 11 millones de desplazados --4 millones refugiados en los países vecinos--. Un resultado colateral de la misma ha sido la crisis de refugiados vivida en 2015 por Europa, con la llegada por mar de más de un millón de personas, cerca de la mitad de ellas sirias.
2. IRAK
El año 2015 terminó con una victoria para las fuerzas gubernamentales iraquíes, con la toma de Ramadi, hasta ahora en manos de Estado Islámico. El Gobierno de Haider al Abadi ya ha dejado claro que el siguiente objetivo es Mosul, segunda ciudad del país y en mano de los milicianos de negro desde junio de 2014.
Sin embargo, pese al revés sufrido en Ramadi, capital de la provincia de Anbar, Estado Islámico no parece haberse visto golpeado seriamente ya que, además de continuar con sus atentados en distintos puntos del país, ha lanzado una ofensiva contra la ciudad de Haditha, situada a unos 190 kilómetros al noroeste de Bagdad.
Una de las claves del éxito de las fuerzas gubernamentales, además del apoyo que reciben de la coalición liderada por Estados Unidos, está en que cada vez sea menor la presencia de milicias chiíes respaldadas por Irán luchando junto a las fuerzas iraquíes. Los expertos coinciden en que la presencia de estas milicias, y sus abusos, alienan a la minoría suní y suponen un excelente caldo de cultivo para que Estado Islámico siga recabando apoyos a nivel local.
3. YEMEN
Como en el caso de Siria, Yemen terminó el año con una relativa calma debido a la tregua declarada con motivo del inicio de las conversaciones de paz en Suiza entre los bandos enfrentados, con la mediación de la ONU. Sin embargo, dicho alto el fuego fue violado tanto por las fuerzas gubernamentales, apoyadas por la coalición liderada por Arabia Saudí, como por los rebeldes huthis, que cuentan con el respaldo de fuerzas leales al expresidente Alí Abdulá Salé.
El 2 de enero Riad anunció el fin de la tregua y desde entonces parecen haberse intensificado tanto los bombardeos aéreos de la coalición como los ataques de los huthis. Además, el 6 de enero se abrió un nuevo frente en Maydee. Fuerzas gubernamentales respaldadas por Riad entraron por mar en este puerto a orillas del Mar Rojo.
En cuanto a la siguiente ronda de conversaciones de paz, inicialmente prevista para mediados de mes, la ONU ha hecho saber esta semana que será aplazada como muy pronto hasta la próxima semana.
También en Yemen la rivalidad entre Riad y Teherán es más que palpable. Arabia Saudí busca restablecer el poder de Hadi sobre todo el país mientras que Irán respalda a los huthis, que son zaidíes, una rama dentro del chiísmo.
Además, otro importante factor a tener en cuenta es el hecho de que ante el caos reinante tanto Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) como Estado Islámico han aprovechado para ganar terreno. Los primeros controlan la ciudad de Mukalla mientras que los segundos han intensificado sus atentados en este país.
4. LIBIA
El país que gobernó con mano de hierro Muamar Gadafi no parece ver la luz al final del túnel desde que éste fuera derrocado en 2011. El año 2015 terminó con un acuerdo entre las dos administraciones enfrentadas desde mediados de 2014 para la formación de un gobierno de unidad, gracias a la mediación de la ONU.
Sin embargo, el respaldo a dicho acuerdo no es unánime en los dos bandos enfrentados y, aunque ya está designado quién será el primer ministro --Fayez Sarraj--, aún no está claro dónde estará la sede del gobierno y si podrá instalarse en Trípoli.
El caos imperante en el país ha permitido que Estado Islámico aproveche para afianzarse. La organización terrorista controla la ciudad de Sirte y ha comenzado el año atacando el puerto petrolero de Es Sider. Al parecer, también aquí los milicianos de negro tienen puestos sus ojos en los recursos petroleros del país.
Entretanto, Occidente ha mostrado su preocupación por la situación en Libia, sobre todo Italia, ya que el país norteafricano es uno de los principales puntos de partida de los barcos con inmigrantes y refugiados hacia Europa. Libia es igualmente, un importante mercado de armas que ha servido durante años para abastecer a grupos armados e insurgentes en la región
5. SUDÁN DEL SUR
El país más joven del mundo vive sumido desde diciembre de 2013 en un conflicto del que aún no ha logrado salir. El pasado mes de agosto el presidente del país, Salva Kiir, y el líder de los rebeldes, el exvicepresidente Riek Machar, alcanzaron un acuerdo que prevé la creación de un gobierno de unidad que dé paso a la celebración de elecciones en 30 meses.
El año parece haber empezado con buenas perspectivas, ya que el 7 de enero se anunció que las partes enfrentadas habían acordado el reparto de carteras en el nuevo Gobierno de transición, con 16 para los partidarios de Kiir, incluidas Finanzas, Defensa y Justicia, y diez para el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM/A) que lidera Machar, que incluyen Petróleo o Interior. Las cuatro restantes se repartirán entre el resto de facciones.
Sin embargo, algunas facciones dentro del SPLM/A no están de acuerdo con lo pactado y en los últimos tiempos han proliferado los grupos armados que no están alineados con ninguno de los bandos, incrementando así la inestabilidad y haciendo planear sombras en el horizonte
En el caso de Sudán del Sur, es especialmente preocupante la situación humanitaria. El conflicto ha desplazado de sus hogares a más de 2,4 millones de personas, algunas de las cuales han buscado refugio en otros países o en las bases de los cascos azules de la ONU, donde residen unas 200.000, además de dejar unos 10.000 muertos. Si la violencia vuelve a resurgir con fuerza, podría desencadenarse una crisis humanitaria de gran envergadura
6. CUENCA DEL LAGO CHAD
El grupo terrorista Boko Haram inició su insurgencia para la imposición de la sharia en Nigeria en 2009 y ha sido en este país donde ha centrado principalmente su actividad. Sin embargo, en el último año, y ante la ofensiva lanzada en su contra por los gobiernos de la región en apoyo del Ejército nigeriano, ha incrementado sus ataques en los tres países que comparten orillas en el Lago Chad: Níger, Camerún y Chad.
Aunque el presidente nigeriano, Muhamadu Buhari, prometió acabar con Boko Haram antes de que concluyera 2015, lo cierto es que la organización terrorista, que juró lealtad a Estado Islámico el pasado mes de marzo, ha seguido cometiendo ataques constantes y aún más frecuentes en los países vecinos, algunos de ellos obra de niñas kamikaze.
A los desplazados en Nigeria por la insurgencia, algunos de los cuales se refugiaron en los países vecinos, se han sumado ahora nuevos desplazados en las zonas fronterizas de Camerún, Níger o Chad. Según los datos de la ONU, a finales de 2015 había 2,5 millones de desplazados en la cuenca del Lago Chad
7. BURUNDI
La decisión del presidente burundés, Pierre Nkurunziza, de optar a un tercer mandato anunciada el pasado abril desencadenó una ola de violencia que aún no ha remitido del todo y que ha dejado más de 300 muertos y provocado la huida a países vecinos de más de 200.000 burundeses.
Los detractores del mandatario le acusaron de violar los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil en el país, pero el Tribunal Constitucional le dio la razón y Nkurunziza ganó sin problemas las elecciones celebradas en julio, tras un golpe de Estado militar fallido en mayo.
El principal temor de la comunidad internacional, y en especial de los países vecinos, es que la violencia pueda terminar degenerando en una nueva guerra civil que en último término suponga una repetición de un genocidio como el sufrido por Ruanda.
Las conversaciones de paz previstas para principios de enero en Tanazani finalmente no se celebraron, según el Gobierno por falta de consenso en cuanto a la fecha, y por el momento no hay una nueva fecha prevista. Así las cosas, la Unión Africana aprobó a finales de 2015 el despliegue de una Misión de Prevención y Protección Africana en Burundi, que ha rechazado el Gobierno burundés.
8. AFGANISTÁN
Afganistán no ha conseguido levantar cabeza desde la caída de los talibán en 2001 a raíz de la intervención liderada por Estados Unidos. El proceso de paz que el nuevo Gobierno de Ashraf Ghani había entablado con los talibán se vino abajo el pasado verano después de que se supiera que su líder supremo, el mulá Omar, llevaba dos años muerto.
Esta noticia provocó también una disputa en las filas de los talibán por el liderazgo, que actualmente ostenta el mulá Ajtar Mansur, bajo cuya batuta los milicianos han intensificado sus ataques en los últimos meses, haciendo parecer lejana una posible negociación de paz.
Es más, además de los atentados ininterrumpidos en distintas partes del país --incluida Kabul donde murieron dos policías españoles en un ataque contra la Embajada de España el pasado 11 de diciembre--, en septiembre se hicieron con el control de la ciudad de Kunduz, primera capital de provincia que caía en sus manos desde 2001, aunque solo durante unos días.
También han ganado posiciones y se han hecho con el control en otros distritos del país, poniendo en tela de juicio la capacidad de las fuerzas afganas para mantener la seguridad del país tras la salida del grueso de las tropas internacionales.
Además, al ya de por sí complicado escenario afgano, se ha sumado en los últimos tiempos un nuevo actor: Estado Islámico. La organización terrorista está tratando de ganar posiciones y de arrebatar milicianos a los talibán, con los que ha mantenido numerosos combates. El 13 de enero, la Provincia de Jorasán --rama de Estado Islámico en la región--, reivindicó el atentado suicida contra el consulado paquistaní en Jalalabad en el que murieron siete policías.
9. COREA DEL NORTE
El contencioso de Corea del Norte por su programa nuclear había quedado relegado a un segundo plano en los últimos tiempos, aunque seguía estando latente. Su líder, el siempre impredecible Kim Jong Un, ha vuelto a traerlo a primera línea escena internacional en este arranque de 2016.
El ensayo de una bomba de hidrógeno --algo no confirmado de forma independiente y que la comunidad internacional no cree que fuera tal, aunque sí algún tipo de artefacto nuclear-- ha hecho saltar todas las alarmas, especialmente en la vecina Corea del Sur, técnicamente aún en guerra con su vecina desde el fin de la Guerra de Corea en 1953.
Por el momento, el nuevo ensayo nuclear --uno más en el haber de Pyongyang-- no ha ocasionado consecuencias drásticas, aunque Estados Unidos ha vuelto a dejar claro su compromiso con la seguridad de Corea del Sur y Seúl y Pyongyang han reanudado la propaganda contra su vecino mediante altavoces en la frontera común. No obstante, no es descartable una escalada de esta cuestión en los próximos meses.
10. COLOMBIA
El año 2016 podría ser el año de la paz en Colombia. El Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se han fijado como fecha límite para poner fin a la guerra interna el próximo 23 de marzo.
Tras tres años de negociaciones en La Habana, las partes han conseguido cerrar cuatro acuerdos parciales --desarrollo agrario y rural, participación política, drogas y víctimas--, restando solo los relativos al fin del conflicto y la refrendación y verificación de lo pactado.
El consenso sobre estos dos últimos puntos podría acabar con el enfrentamiento más longevo del hemisferio occidental, lo que ha generado inmensas expectativas en la región y el resto de la comunidad internacional, que preparan ya su apoyo al postconflicto.