MADRID, 23 Dic. (EDIZIONES) -
Tratar de realizar una lista de las personalidades que han acaparado el protagonismo en la escena internacional lleva irremediablemente a incluir a los presidentes de las dos grandes potencias, Estados Unidos y Rusia. En el caso de Donald Trump, en su primer año en la Casa Blanca, y en el de Vladimir Putin, que pretende ir a por su cuarto mandato, méritos no les faltan.
En un año en el que no ha habido un protagonista que haya sobresalido por encima de los demás, hemos seleccionado a estos diez personajes, que ordenamos por orden alfabético:
1. Bashar al Assad
Sin duda 2017 ha sido un buen año para el presidente sirio, que lo termina en una situación mucho más cómoda en que lo hizo el año anterior y tras dar por derrotado al grupo terrorista Estado Islámico en su territorio, gracias al apoyo incondicional de Rusia e Irán, pero también en cierta medida de Turquía.
La política de asedio empleada por Al Assad frente a los rebeldes, primero en el este de Alepo y luego en otros enclaves, ha dado sus frutos y ha obligado a estos a replegarse a Idlib, donde está por llegar la que puede ser una de las grandes batallas de esta guerra. Por su parte, las fuerzas kurdas sirias, con apoyo de Estados Unidos, también han avanzado, logrando su mayor victoria con la reconquista de Raqqa, capital del 'califato'.
Con una oposición debilitada gracias a las zonas de distensión pactadas con mediación de Rusia, Irán y Turquía, las negociaciones de paz en Ginebra no han logrado avances. La oposición sigue insistiendo en la salida previa de Al Assad para que pueda haber una transición, pero lo cierto es que a nivel internacional esta exigencia parece haber perdido peso.
2. Recep Tayyip Erdogan
El presidente turco ha afianzado este año su poder, con la celebración de un referéndum por el que Turquía ha pasado a convertirse en una república presidencialista, aunque el resultado fue mucho más ajustado de lo que a Erdogan le habría gustado: poco más del 51,4 por ciento.
Por otra parte, Erdogan ha continuado su distanciamiento con la UE, aunque mantiene su intención de entrar en el bloque, y ha protagonizado varios cruces de acusaciones con algunos de sus líderes, en particular con Alemania, donde se prohibieron los actos de campaña de cara al referéndum de abril.
También se ha distanciado de Estados Unidos, protagonizando por contra un acercamiento a Rusia, y también a Irán, con quienes copatrocina la creación de zonas de distensión en Siria. No obstante, Erdogan persigue una agenda propia en el país vecino: evitar la creación de un estado kurdo en su frontera, para lo cual mantiene abierta una operación en el norte del país contra las milicias kurdas sirias, las YPG, a las que considera filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
3. Emmanuel Macron
El que fuera ministro de Economía de François Hollande y casi un perfecto desconocido para la mayoría de la ciudadanía un año antes de las elecciones presidenciales de abril y mayo, logró convertirse en el presidente más joven que ha tenido Francia.
Parte de su éxito, sin embargo, debe atribuirse a la debacle sufrida por los socialistas, cuyo candidato quedó quinto en primera vuelta, y al escándalo en que se vio inmerso el candidato conservador, François Fillon, que partía como favorito. No obstante, Macron logró imponerse en primera vuelta a la ultraderechista Marine Le Pen, que había encabezado durante meses la pugna, y ganarle en segunda con el 66,1 por ciento de los votos.
En la escena internacional, ha mantenido la tradicional alianza que los últimos presidentes franceses han sellado con la canciller alemana, Angela Merkel, y recientemente se ha apuntado un tanto al haber ayudado a resolver la crisis en Líbano por la decisión del primer ministro Saad Hariri de dimitir desde Arabia Saudí. Asimismo, parece decidido a contribuir a resolver el conflicto en Siria y ha prometido "iniciativas" en 2018.
4. Theresa May
La primera ministra británica ha tenido un año complicado que ella misma ha provocado en cierta medida. Confiada de sus buenos datos en los sondeos y con el fin de reforzar su capacidad negociadora con Bruselas de cara al Brexit, echó un órdago que a punto estuvo de perder. El adelanto electoral de junio lejos de consolidar la ventaja de los conservadores en la Cámara de los Comunes estuvo cerca de volverse en contra, con una clara subida de los laboristas que forzó a May a buscar el respaldo de los unionistas del Úlster para poder gobernar.
Además, May ha tenido que enfrentarse a algunos de sus propios ministros, partidarios de un Brexit duro y que no le han puesto fácil la negociación, si bien termina el año con un punto a su favor, el acuerdo alcanzado con Bruselas el 8 de diciembre para pasar a la siguiente fase de la negociación. Londres quiere comenzar cuanto antes las negociaciones sobre el futuro acuerdo comercial que tendrá con la UE una vez que se materialice el divorcio, para el que ya hay fecha oficial: el 29 de marzo de 2019.
5. Angela Merkel
La canciller sigue siendo la líder indiscutible en Europa y la persona que los alemanes consideran más adecuada para dirigir sus designios. No obstante, 2017 ha sido un año complicado para Merkel. La victoria en las elecciones de septiembre fue agridulce, ya que el 33 por ciento obtenido por la CDU era su peor resultado desde 1949, además de abocar a los conservadores a buscar aliados.
Autoexcluidos sus socios actuales, los socialdemócratas del SPD, Merkel apostó por una opción hasta ahora inexplorada a nivel nacional: una 'coalición Jamaica' con liberales y ecologistas. Las negociaciones, que ya se auguraban difíciles, fracasaron a finales de noviembre, dejando a Alemania a las puertas de nuevas elecciones.
Finalmente, el SPD ha recapacitado --la presión tanto desde Europa como desde dentro del país ha tenido mucho que ver-- y ha accedido a explorar con Merkel la reedición de la 'gran coalición' que a los socialdemócratas ocasionó su mayor debacle electoral hasta la fecha. Aún con acuerdo, los militantes del SPD tendrán la última palabra, por lo que no se augura que Alemania tenga gobierno antes de finales de marzo.
6. Príncipe Mohamed bin Salman
A sus 32 años, el príncipe Mohamed está a un paso de reinar en Arabia Saudí. Favorito de su padre, el rey Salman, se vio aupado a segundo en la línea sucesoria tras la llegada de este al trono en enero de 2015 y nombrado ministro de Defensa. Pero el joven príncipe aparentemente tiene prisa por ocupar el trono y en lo que puede considerarse un golpe palaciego, él y su padre apartaron en junio al príncipe heredero, Mohamed bin Nayef, avanzando una casilla.
Por si esto fuera poco, a principios de noviembre MBS, como se le conoce popularmente al príncipe heredero, daba otro golpe de efecto: una vasta campaña anticorrupción en la que fueron detenidos varios príncipes y ministros y que ha sido vista por los expertos como un intento por quitar de en medio a miembros de la familia real que no ven con buenos ojos su ascenso al trono. Mucho se ha rumoreado sobre la posibilidad de que el rey Salman, de 82 años, abdique próximamente en favor de su hijo.
MBS también es el principal artífice de la asertiva política exterior que mantiene Arabia Saudí. Fue él quien forjó la coalición militar en Yemen que apoya al presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi, un conflicto del que Riad estaría tratando de buscar una salida sin éxito. También se le considera el principal promotor, junto con el príncipe heredero emiratí, Mohamed bin Zayed al Nahyan, del bloqueo a Qatar, que por ahora no ha tenido el éxito esperado.
En clave interna, sin embargo, ha prometido algunas reformas que le han granjeado elogios desde el exterior, como la decisión de permitir que las mujeres conduzcan a partir de junio de 2018, o su deseo de que Arabia Saudí deje de depender del petróleo y buscar otras vías de financiación para el país.
7. Robert Mugabe
Muchos en Zimbabue pensaban que Robert Mugabe moriría siendo presidente y que volvería a presentarse a las elecciones de 2018 pese a sus 93 años. Pero, en uno de los giros más sorprendentes vividos este 2017, el primer y único presidente de la antigua Rodesia se vio forzado a dejar el poder tras la intervención del Ejército, hasta ahora uno de sus mayores apoyos.
Sin duda, Mugabe no calculó bien los efectos que la destitución de su vicepresidente Emmerson Mnangagwa, considerado durante años su heredero natural, iba a tener. El presidente lo justificó acusándole de "traición" pero muchos, incluidos el Ejército, los veteranos de la guerra y un amplio sector del gobernante ZANU-PF, vieron en ello un paso para despejar el camino a la primera dama, Grace Mugabe, y que esta le sucediera en el cargo.
Tras tomar el control del país el Ejército el 14 de noviembre y después de una semana cuanto menos extraña, en la que Mugabe llegó a pronunciar un discurso a la nación en el que, en contra de lo esperado, se negó a dimitir, el veterano mandatario terminó claudicando el 21 de noviembre, no sin antes haberse garantizado su inmunidad y la de su mujer, cediendo el testigo a Mnangagwa.
8. Vladimir Putin
Mucho menos dado a las polémicas y a las grandes declaraciones, el presidente ruso sigue consolidando su poder, sin que nadie pueda hacerle sombra, entre otras cosas porque si alguien intenta hacerlo, como Alexei Navalni, interviene la justicia para evitarlo. Como no podía ser de otra manera, Putin anunció el 6 de diciembre que buscará su reelección en las elecciones de marzo de 2018, lo que le mantendría de forma ininterrumpida en el poder desde el año 2000, excluyendo su etapa como primer ministro entre 2008 y 2012.
En la escena internacional, Putin ha afianzado la presencia de Rusia en Oriente Próximo, donde su ayuda a Al Assad ha sido fundamental para revertir la guerra en Siria, mantiene más de tres años después abierto el conflicto en el este de Ucrania y, al contrario de lo que se preveía, aún no se ha reconciliado con Estados Unidos, a pesar de que Trump parecía mucho más dispuesto a ello que Barack Obama.
9. Aung San Suu Kyi
La política birmana, icono mundial durante décadas de la lucha por la democracia en su país y que le valió el Nobel de la Paz, ha sido blanco de fuertes críticas por la gestión que desde el Gobierno que dirige con un cargo creado 'ad hoc' para ella se ha hecho de la crisis de los rohingya.
Si Suu Kyi ya había sido criticada por el brote de violencia registrado en 2016, la ola de represión desencadenada tras los ataques de milicianos rohingya el 25 de agosto le ha convertido en blanco ante la tibieza mostrada, aunque es cierto que el Gobierno no tiene control sobre el poderoso Ejército del país.
El asesinato de civiles y la quema de aldeas, entre otras atrocidades, ha provocado un éxodo de cerca de 650.000 rohingya hacia el vecino Bangladesh, en una campaña que desde la ONU se ha calificado de "limpieza étnica de manual" y se ha planteado que incluso podría constituir un genocidio, por el que tanto Suu Kyi como el jefe del Ejército podrían ser imputados.
10. Donald Trump
Desde que llegó a la Casa Blanca el 20 de enero, Donald Trump ha gobernado de una manera cuanto menos personal a golpe de 'tuits', de polémicas y de enfrentamientos, sobre todo con la prensa. Su promesa de construir el muro con México todavía sigue en fase muy embrionaria y su polémica reforma migratoria, con el veto a ciudadanos de varios países musulmanes, ha tardado meses en materializarse debido a la intervención de distintos tribunales.
Uno de los mayores peligros que le acechan es la sospecha de colusión de su campaña electoral con Rusia para influir en las elecciones presidenciales. A la salida apresurada de su primer asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien se ha declarado culpable de mentir al FBI, se suma la imputación del que fuera su jefe de campaña Paul Manafort en el marco de la investigación que encabeza el exdirector del FBI Robert Mueller. En el punto de mira se encuentra ahora Jared Kushner, yerno de Trump.
El presidente estadounidense ha intercambiado igualmente insultos y amenazas con el líder norcoreano, Kim Jong Un, al que ha llamado "hombre cohete", provocando una escalada en la tensión que ha hecho saltar todas las alertas de un posible conflicto.
Sin duda, si de algo puede presumir Trump este 2017 es de haber hecho historia al anunciar el 6 de diciembre que reconocía Jerusalén como capital de Israel y que ordenaba iniciar los trámites para el traslado a ella de la embajada. Las advertencias de sus aliados, tanto árabes como occidentales, no le disuadieron y su decisión ha ocasionado una oleada de protestas, pero por ahora el presidente no ha dado marcha atrás.