MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El comandante de las Fuerzas Especiales de Libia, Mahmud al Wirfali, ha presentado este lunes su dimisión, dos días después de que miembros del organismo mataran a un policía en un ataque contra una comisaría en la localidad de Benghazi (este).
Al Wirfali ha aparecido en un vídeo en el que asegura que abandona el cargo y que se reintegra en la vida civil, tras las críticas contra él por numerosos crímenes en la ciudad, según ha informado el diario local 'The Libya Observer'.
Sin embargo, el comandante ha negado que su fuerza haya estado detrás de estos incidentes, recordando su papel en las operaciones que encabeza el mariscal de campo Jalifa Haftar contra las milicias islamistas.
Las acciones de Al Wirfali han sido denunciadas en numerosas ocasiones, y la semana pasada salió a la luz un vídeo en el que él mismo ejecutaba de varios disparos a un detenido.
Al Wirfali ya ha sido acusado en el pasado de ejecutar a detenidos en el país, especialmente en el marco de las operaciones militares contra milicianos islamistas en Benghazi.
Haftar tuvo que salir en marzo al paso de acusaciones similares, asegurando que investigará a los soldados sospechosos de crímenes de guerra, ante las condenas suscitadas por otro vídeo en el que un comandante ejecuta a tres presos esposados.
Posteriormente, ordenó la liberación de un grupo de civiles retenidos por sus fuerzas en Benghazi tras la toma del barrio de Ganfuda.
La liberación fue ordenada unos días después de que saliera a la luz un vídeo en el que se veía a militares exhumar y mutilar el cadáver del líder islamista Jamal Majzum en esta misma ciudad.
En el mismo, se ve cómo los militares atan a un coche el cuerpo de Majzum --líder del Consejo de la Shura de los Revolucionarios de Benghazi (CSRB)--, claramente descompuesto, antes de golpearlo en medio de disparos al aire.
En otros vídeos y fotografías se ve a soldados posando con el cuerpo colgado de un combatiente, mientras que otro cadáver es mutilado por un soldado, que le corta las orejas y las manos. En otra foto, un soldado posa junto a un cuerpo ardiendo.
El jefe de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), Martin Kobler, tildó de "completamente inaceptable" la mutilación de cadáveres por parte de militares.
Benghazi ha sido uno de los puntos clave en las confrontaciones en el país desde que Haftar lanzara en mayo de 2014 la 'Operación Dignidad' contra las milicias islamistas.
Si bien en ese momento era Ansar al Sharia --ligada a la organización terrorista Al Qaeda-- la que tenía mayor peso en la ciudad, en la actualidad es el grupo yihadista Estado Islámico el que cuenta con más milicianos.
La ofensiva de Haftar ha sido renovada durante los años, y en febrero de 2016 arrancó bajo el nombre 'Operación Sangre de los Mártires', logrando arrinconar a los yihadistas en varios barrios, entre ellos Ganfuda.
La ciudad ha sido uno de los focos de los combates desde el derrocamiento y ejecución a manos de los rebeldes de Muamar Gadafi en octubre de 2011, que derivó en la división del país en tres gobiernos enfrentados y respaldados por diferentes milicias.
El Gobierno de unidad surgido tras un acuerdo mediado por Naciones Unidas se instaló recientemente a la capital para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.