MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La embajadora de Chile en Reino Unido, Susana Herrera, ha renunciado al cargo este martes, después de verse señalada en las últimas horas por la presentación irregular de un proyecto ante el Gobierno de la región de Biobío y en pleno 'Caso Convenios', el escándalo de corrupción que salpica al oficialismo chileno.
La continuidad de Herrera estaba en entredicho a raíz de una información publicada el domingo por el diario 'La Tercera' y que acreditaba que la embajadora presentó un proyecto de recuperación valorado en cinco millones de dólares tras los incendios forestales del verano pasado.
La propuesta requería de fondos públicos y se hizo por vías no oficiales, lo que generó malestar en el seno del Ministerio de Exteriores. Tras dos días de especulaciones, finalmente el Ministerio ha confirmado este martes que Herrera no seguirá en su puesto.
"La misión en Reino Unido seguirá funcionando con total normalidad, de acuerdo a las normas vigentes, y quedará temporalmente a cargo del encargado de negocios", explica la Cancillería en una escueta nota.
El ministro Alberto Van Klaveren, ha acusado a la embajadora de "excederse en las competencias" que le correspondían por cargo y ha explicado que, aunque el proyecto "puede ser interesante", la implicación de Herrera no debería haberse producido en ningún caso.
El jefe de la diplomacia chilena, Alberto Van Klaveren, ha acusado a la embajadora de "excederse en las competencias" que le corresponden por su cargo actual, al margen de que el proyecto pudiese ser "interesante" o no. "Nuestro secretario general le envió una instrucción muy clara a la embajadora para detener cualquier gestión relacionada", ha afirmado en declaraciones a los medios.
El canciller ha negado una "encerrona" contra la embajadora y ha confirmado que el Gobierno supo del caso "con anticipación" del caso, antes de su publicación. "No nos enteramos por la prensa. Sabíamos lo que había sucedido", ha señalado.
La polémica añade aún más presión al Gobierno, que ya se ha visto obligado a una remodelación en relación al conocido como 'caso Convenios', que examina el presunto desvío irregular de fondos públicos a fundaciones. El escándalo llevó a la dimisión como ministro de Desarrollo Social de Giorgio Jackson, un estrecho aliado del presidente Gabriel Boric.