BRUSELAS, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Educación y Cultura belga, Joëlle Milquet, ha anunciado este lunes su dimisión, tras ser acusada de haber creado puestos "ficticios" cuando era ministra de Interior, con el objetivo de emplear a ocho personas con fondos públicos que en realidad trabajaron para el partido en campaña electoral.
El caso fue desvelado por la prensa en febrero de 2014 y, ya en abril de 2015, se abrió una instrucción judicial, que ha llevado a una imputación comunicada a la ministra a finales de la semana pasada.
Milquet ha asegurado este lunes en una rueda de prensa que se trata de una acusación "infundada", que no tiene "nada que reprochar(se)", pero que ha puesto su cargo a disposición de su partido, los cristianodemócratas valones (CDH).
La ministra ha achacado este escándalo a "ataques políticos" y ha negado que existan irregularidades en la contratación de esas personas, porque, ha subrayado, "no eran en absoluto empleos ficticios" y "la ley autoriza la contratación".
Además ha asegurado que al menos cinco de las ocho personas contratadas sobre las que recae la sospecha le siguieron después al Ministerio de Educación, lo que prueba que trabajaban para la Administración y no para el partido.
Sin embargo, la acusación sostiene que desde el Gabinete de Educación realizaron tareas "preeleactorales" como organizar eventos, pese a ser algo que prohíbe expresamente la ley electoral.