LIMA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Perú, Gustavo Adrianzén, ha anunciado este martes su dimisión tras la destitución de la procuradora que investigaba a la primera dama, Nadine Heredia, por corrupción.
"En consideración a la actual coyuntura y con aras de contribuir a la necesaria estabilidad que demanda nuestro país, he presentado al presidente (Ollanta Humala) mi renuncia irrevocable al cargo y esta ha sido aceptada", ha dicho en una rueda de prensa.
Adrianzén ha salido del Gobierno justo después del cese de la procuradora contra el lavado de activos Julia Príncipe, a cargo de las pesquisas contra Heredia. Sin embargo, la prensa peruana apunta a que ambos hecho no están relacionados.
El ya ex titular de Justicia habría aprovechado la coyuntura para evitar caer en la votación que el pleno del Congreso planeaba celebrar este jueves por la moción de censura presentada en su contra, precisamente, por sancionar a Príncipe por hablar del caso en la prensa.
Si bien en un principio la posibilidad de que Adrianzén fuera destituido por el Parlamento era remota, en los últimos días la oposición ha conseguido llegar a un acuerdo para sumar los 66 votos necesarios para que la moción de censura saliera adelante.
PROCURADORA CESADA
Prueba de que la renuncia de Adrianzén no se debe a la destitución de Príncipe, son las declaraciones que el ex ministro ha dado nada más conocerse la noticia para defender la decisión del Ministerio Público, según informa 'La República'.
Adrianzén ha considerado "intolerables" la relación de Príncipe con los medios de comunicación, al tiempo que ha negado que se haya sometido a "poderes 'de facto'" para cesarla. "A lo largo de mis 23 años de carrera al servicio público he sido obediente al orden legal vigente", ha recalcado.
Príncipe, por su parte, se ha mostrado "indignada" por su expulsión de la carrera fiscal y ha advertido de que, aún así, "desenmascarará" a Adrianzén y al Gobierno. "Sé con quién estaba luchando y, por tanto, lo que podría ocurrir, y ocurrió", ha dicho.
LAS COMPRAS DE HEREDIA
La procuradora investigaba un presunto lavado de activos de la primera dama, que en los últimos años se ha visto implicada en numerosos casos de corrupción, dinamitando así sus ambiciones presidenciales para las elecciones de 2016.
La primera dama ha recuperado la atención mediática de la que había conseguido desprenderse temporalmente por las compras por valor de 38.000 dólares que ha hecho estos años en sus viajes al extranjero aprovechando el cargo.
Heredia ha argumentado que las compras eran en realidad para su íntima amiga Rocío Calderón y que, por tanto, se hicieron con una tarjeta de crédito a nombre de ésta última, descartando cualquier gasto suntuario a cargo de la Presidencia.
"Esa tarjeta de crédito fue sacada inicialmente para un encargo de Rocío que luego se convirtieron en varios y también fue utilizada para compras mías. Se generaron gastos de Rocío y míos (...) pero más o menos el 70 por ciento eran de ella", explicó a RPP.
Además, aprovechó para aclarar que "el Estado actualmente no tiene ningún tipo de asignación para cubrir gastos de vestuario y otros afines para la esposa del presidente", por lo que se los costea ella. "Ningún dinero público es utilizado en mi arreglo personal", afirmó.
También estaba siendo investigada por el dinero recibido de Venezuela y por sus vínculos con Martín Belaunde --sospechoso de conseguir contratos públicos de forma irregular-- pero la Fiscalía ha decidido suspender estas pesquisas.