Ambos gobiernos subrayan que "el actual sistema global de asilo y migración es disfuncional" y abogan por "una nueva postura"
MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los gobiernos de Dinamarca y Ruanda han anunciado este viernes que están estudiando la posibilidad de firmar un acuerdo sobre el envío al país africano de solicitantes de asilo que lleguen a territorio danés, un plan similar al anunciado hace pocos meses por Londres y Kigali, duramente criticado por numerosas ONG.
Los ministerios de Exteriores de ambos países han señalado en un comunicado conjunto su "compromiso a la hora de fortalecer el diálogo bilateral y la asociación en múltiples áreas", incluidas las de clima, buena gobernanza y "política de refugiados".
"Ruanda y Dinamarca están explorando en conjunto el establecimiento de un programa a través del cual solicitantes de asilo espontáneos que lleguen a Dinamarca puedan ser trasladados a Ruanda para que se consideren sus solicitudes y protección, así como la opción de que se asienten en Ruanda", han dicho.
Así, han manifestado que "cualquier acuerdo de este tipo iría en línea con las obligaciones internacionales de ambos países, incluidas la relativas a los refugiados y los Derechos Humanos", antes de destacar que el diálogo sobre este punto "está en marcha".
"Las partes están comprometidas a seguir explorando las posibilidad de lograr un acuerdo formal", han señalado, al tiempo que han desvelado que Dinamarca abrirá una oficina de proyectos en Kigali en 2022 que contará con la presencia de dos diplomáticos.
"El actual sistema global de asilo y migración es disfuncional y se necesita una nueva postura. Los solicitantes de asilo y migrantes con suficientes recursos usan a traficantes de personas para trasladarse por rutas migratorias, mientras que los refugiados más vulnerables permanecen en sus países de origen", han argüido.
En este sentido, Dinamarca y Ruanda han manifestado que "los movimientos irregulares provocados por traficantes de personas afectan además a la situación de seguridad de los países que están en las rutas migratorias y suponen un riesgo de socavar la confianza pública en el sistema internacional de protección de los refugiados".
Por ello, ambos países han argüido que "existe una necesidad de abordar las causas subyacentes de la migración irregular en los países de origen y tránsito, incluido el enorme desequilibrio en oportunidades de capital humano entre Europa y África", por lo que han indicado que contactarán con agencias de Naciones Unidas para "facilitar un diálogo internacional" sobre esta iniciativa.
El anuncio llega al hilo del realizado en abril por el Gobierno de Reino Unido, cuando la entonces ministra del Interior británica, Priti Patel, desveló un proyecto "pionero" para deportar a inmigrantes que hayan llegado ilegalmente al territorio británico hasta Ruanda, donde se podría gestionar su solicitud de asilo.
Sin embargo, el primer vuelo de deportaciones estaba previsto para junio, pero un recurso judicial impidió que se consumara, en medio de las críticas internacionales, rechazadas por las autoridades de ambos países, que defendieron la necesidad de sacar adelante el plan.