MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Varios diputados oficialistas y del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP) han acusado al expresidente ecuatoriano Rafael Correa y sus seguidores de avivar las protestas en el país en vez de instar al diálogo.
"El golpismo viene desde fuera, el golpismo viene desde Bélgica", ha aseverado el presidente del movimiento oficialista CREO, Guido Chiriboga, en relación con el país en el que es encuentra Correa, que fue condenado por un delito de cohecho en un caso que ha salpicado también a otros miembros de su antiguo Gobierno.
Tanto Chiriboga como el diputado Eithel Zambrano han señalado así que el país se enfrenta a una batalla entre la "narcopolítica y la democracia" y ha insistido que al 'correísmo' "le arde la incautación de las toneladas de drogas", según ha recogido el diario 'El Comercio'.
Así, han secundado las palabras del presidente, Guillermo Lasso, que ha manifestado que Correa ha instado a sus seguidores a reunir firmas para revocar su mandato. El jefe de Estado había afirmado previamente que es a Correa al que "le duelen las 300 toneladas de droga que se incautaron en su primer año de Gobierno".
Por su lado, Salvador Quishpe, jefe de bloque de Pachakutik, ha arremetido también contra el 'correísmo' y ha responsabilizado al Gobierno de Correa de haber entregado territorios indígenas a empresas multinacionales. "¿Acaso no son ustedes quienes en su Gobierno llegaron al mismo estilo de estos días con militares armados hasta los dientes, con maquinaria, con todo, y destruyeron el barrio de San Marcos en Tundayme, Zamora Chinchipe, junto a la Cordillera del Cóndor?", ha dicho.
Desde la bancada de Unes, Joao Acuña, Jahaira Urresta y Lenín Mera han rechazado las acusaciones. "Cuando se denuncian los hechos se denuncian con pruebas. ¡Ya basta! ¿Hasta cuándo el discurso de la narcopolítica y de los narcotraficantes? Háganse cargo, es responsabilidad del presidente o es que es claro que tenemos un país sin gobernabilidad", ha aseverado Acuña.
El país se encuentra ahora mismo sumido en un paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y otras organizaciones sociales por el alto coste de la vida.