MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La disidencia cubana ha denunciado este jueves que ha sufrido un "brutal acoso" por parte de las fuerzas de seguridad del Gobierno de Raúl Castro en el marco de las manifestaciones convocadas para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Las Damas de Blanco --familiares de los presos de la llamada Primavera Negra de 2003-- habían convocado un acto en la heladería Coppelia de La Habana para protestar por las violaciones de los Derechos Humanos en la isla caribeña.
Al menos seis de sus miembros, incluida su líder, Berta Soler, han sido detenidos en medio de empujones y gritos de simpatizantes 'castristas'. Además, los agentes han impedido que otros llegaran a Coopelia, según ha contado el opositor Ángel Egberto Escobedo a Martí Noticias.
"Aquí el control es absoluto contra los activistas de Derechos Humanos. En el lugar donde se convocó (el acto) hay uno o dos cordones como siempre hacen de policías para que no lleguen los activistas de Derechos Humanos", ha indicado.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) ha apuntado que un centenar de disidentes han sido arrestados entre el miércoles y el jueves para impedir las celebraciones del 10 de diciembre, de acuerdo con Reuters.
Desde el diario cubano '14yMedio', dirigido por Yoani Sánchez, han denunciado que "agentes de contrainteligencia" han rodeado la redacción para impedir que los periodistas cubran los actos por el Día de los Derechos Humanos. "Hoy no vas a salir", habrían dicho al redactor Reinaldo Escobar.
La Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), por su parte, ha asegurado que las fuerzas de seguridad han irrumpido en oficinas suyas de todo el país y se han incautado de ordenadores y múltiple documentación.
"El acoso el día de los Derechos Humanos aquí en Cuba es brutal, prácticamente todas las casas de los activistas pacíficos están sitiadas", ha lamentado Ángel Egberto Escobedo en declaraciones a Radio Martí.
Un portavoz del Gobierno cubano, citado por Reuters, ha justificado estas acciones como una respuesta a "delitos de alteración del orden público". "La mayoría de aquellos que se autotitulan disidentes, son presos comunes que han sido atraídos por las organizaciones contrarrevolucionarias", ha añadido el fiscal general, Darío Delgado, en una entrevista concedida a 'Granma'.