BERLÍN, 9 Jul. (DPA/EP) -
Al menos 476 agentes de Policía y un número parecido de manifestantes han resultado heridos durante los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes contra la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) en la ciudad alemana de Hamburgo, según ha estimado este domingo el jefe de operaciones de la Policía de la ciudad alemana, Hartmut Dudde.
Durante una rueda de prensa que la Policía de Hamburgo transmitió en su página de Facebook, Dudde ha mencionado la cifra de 476 agentes heridos desde el jueves, un total de 186 detenciones preliminares y 37 órdenes de arresto. Grupos de manifestantes han estimado su balance de heridos en torno a las mismas cifras, aunque sin dar más detalles.
El alcalde de la ciudad, Olaf Scholtz, ha reconocido que fue imposible garantizar el nivel de seguridad necesario a pesar de haber llamado a refuerzos de todo el país para contener la violencia.
"Es algo que espanta a cualquiera y a mí también. Es algo que aflige, y a mí también", ha dicho el alcalde mientras el titular de Interior de Hamburgo, Andy Grote, ha admitido que, pese a un año de preparativos, las fuerzas de seguridad se han visto sorprendidas por la brutalidad de las protestas.
"Tuvimos que lidiar con actos violentos sin escrúpulos de criminales que no previmos que fueran a ocurrir de esta forma concreta. Y creo que nadie lo pudo prever", dijo para justificarse de las críticas.
Scholz, por su parte, ha mostrado particularmente afectado por el hecho de que muchos manifestantes se sumaran a los violentos. "Como en un ambiente festivo arrojaron botellas a los agentes de policía, destruyeron tiendas y saquearon. Es una degradación completamente inaceptable", ha destacado.
Los grupos de izquierda, por su parte, han lamentado que los agentes actuaron deliberadamente para detonar las manifestaciones. "Una y otra vez llamamos a la Policía a abandonar la vía de la escalada y les advertimos que había gente que estallaría si no lo hacían", sostuvo Emily Laquer, portavoz de Izquierda Intervencionista, un grupo de izquierda radical que figuraba entre los organizadores de la marcha pacífica que el sábado convocó a más de 50.000 personas.