MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Al menos 31 personas han resultado heridas durante los enfrentamientos de ayer por la noche entre Policía y cientos de manifestantes que han atacado autobuses de refugiados en la ciudad alemana de Heidenau, cerca de Dresde, en el norte del país.
La manifestación, en principio pacífica, comenzó ante la llegada de 250 personas que iban a ser alojadas en un edificio desocupado de la ciudad. Sin embargo, un reducido núcleo de participantes de extrema derecha, pertenecientes al Partido Nacional Demócrata, reventaron la protesta al canto de 'Wir sind das Volk' (Somos el pueblo), el eslogan inicialmente usado en la antigua Alemania del este, y adoptado por el movimiento antimusulmán PEGIDA.
Desde el pasado 20 de octubre la ciudad de Dresde ha sido escenario de concentraciones contra los musulmanes organizadas por esta organización, los Patriotische Europäer gegen die Islamisierung des Abendlandes (Patriotas europeos contra la islamización de Occidente). Desde entonces, otras ciudades han emulado estas protestas, entre ellas Leipzig, Colonia, Munich o incluso Berlín.
El uso del eslogan ha molestado particularmente a la canciller alemana Angela Merkel, nacida precisamente en la Alemania comunista, quien en su mensaje de Año Nuevo lamentó que "sus corazones son fríos y están llenos de prejuicio y odio". Asimismo, la canciller ha defendido la política de su Gobierno de coalición de acoger a solicitantes de asilo, 200.000 el año pasado.
"La situación está ahora en calma tras los disturbios", ha declarado un portavoz de la Policía al medio web 'Tasspiegel', sin especificar el número de heridos. El Gobierno alemán ha condenado los incidentes. "Me dan vergüenza los racistas de Heidenau", tuiteó el viceministro de Exteriores, Michael Roth.