Archivo - Asamblea Nacional en Francia - Rit Heize / Xinhua News / Contactophoto - Archivo
MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El sistema electoral francés, tanto a nivel presidencial como legislativo, tiene entre sus particularidades la existencia de una doble vuelta que históricamente ha servido como cortafuegos para candidatos radicales y ha lastrado las aspiraciones de poder de partidos como Agrupación Nacional, heredero del antiguo Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen.
La Asamblea Nacional gala está compuesta por 577 diputados, elegidos por otras tantas circunscripciones repartidas tanto en la Francia continental como en los territorios de ultramar, y su composición deriva de unos comicios estrictamente legislativos, celebrados por tanto al margen de las presidenciales que determinan quién vive en el Elíseo.
Los franceses deben elegir quién quieren que represente a su circunscripción a nivel nacional, en virtud de un sistema en el que los partidos tienen especial peso --apenas hay hueco para aspirantes independientes-- y que sólo se resuelve en primera vuelta si uno de los candidatos logra más del 50 por ciento de los votos emitidos y estos representan, además, al 25 por ciento del electorado total.
En contra de lo que ocurre en las presidenciales, a la segunda vuelta no tienen por qué pasar únicamente dos candidatos, ya que superan esta primera criba todos los aspirantes que obtengan más del 12,5 por ciento de los sufragios. La ronda final se la llevará quien más votos logre, independientemente del porcentaje.
FRENTE REPUBLICANO
Cuando Jean-Marie Le Pen pasó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en 2002 supuso un hito sin precedentes para Francia. A partir de entonces, se consolidó el conocido como 'frente republicano', una regla no escrita por la que socialistas y conservadores se comprometían a respaldar al candidato más centrista en caso de que la ultraderecha tuviese opciones de victoria.
Los promotores del 'frente republicano' han perdido fuerza electoral en estos últimos años, si bien el actual presidente, Emmanuel Macron, también ha buscado mantener esta especie de cordón sanitario frente a una ultraderecha que ya no es la anécdota de 2002, sino que se postula como alternativa opositora a la actual mayoría.
De hecho, la hija del fundador del Frente Nacional, Marine Le Pen, ya logró pasar a la segunda ronda en dos comicios presidenciales consecutivos --2017 y 2022-- y tiene la vista puesta en el Elíseo para las elecciones de 2027, después de que su partido se haya hecho con una holgada victoria en las europeas del 9 de junio.