Rivales y analistas no dan nada por cerrado y ven factible contrarrestar el "fenómeno"
WASHINGTON, 4 Ago. (EDIZIONES) -
Donald Trump entró en las primarias del Partido Republicano como un torbellino y se ha llevado por delante la lógica de unas encuestas que, hasta ahora, pronosticaban la carrera más abierta de las últimas décadas. Pero, ¿cuáles son las posibilidades reales de este magnate que presume de sus riquezas?
"Señoras y caballeros, me presento oficialmente a presidente de Estados Unidos. Vamos a hacer que nuestro país vuelva a ser grande". Con estas palabras, Trump se lanzó el 16 de junio a una arena política con la que siempre había coqueteado y en la que ya había movido millones de dólares.
En su discurso inaugural, el empresario dijo ser el "gran líder" que necesita el país, acostumbrado --según sus palabras-- a dirigentes "estúpidos". Sin embargo, su primer mensaje quedó eclipsado por sus polémicas declaraciones sobre los inmigrantes mexicanos: "Nos traen drogas. Nos traen crimen. Son violadores".
Comenzó entonces una sucesión de polémicas que, lejos de lastrar sus aspiraciones políticas, le han dado a Trump unas alas con las que pocos analistas contaban. La semana pasada, un sondeo de la Universidad de Quinnipiac le otorgó una intención de voto del 20 por ciento, una cifra inédita que no había alcanzado hasta ahora ninguno de los republicanos que quieren llegar en 2016 a la Casa Blanca.
Otra encuesta de NBC News y de 'The Wall Street Journal' también situó a Trump el primero, con un nivel de apoyo del 19 por ciento. Tanto este estudio como el de la Universidad de Quinnipiac reafirman una tendencia que ha situado al magnate al menos cuatro puntos por encima de nombres fuertes como el del exgobernador de Florida Jeb Bush o el del gobernador de Wisconsin, Scott Walker.
LA CAÍDA
Sin embargo, estrategas republicanos y rivales de Trump han comenzado a sembrar en los medios el mensaje de que no hay nada perdido ni mucho menos. En este sentido, ven factible responder a un 'boom' mediático en el que Donald Trump puede llegar a convertirse en su peor enemigo.
"Entró en la carrera y sorprendió a todos al subir en las encuestas y mantener la ventaja", ha reconocido un analista consultado por 'The Hill' sobre el "fenómeno" Trump. Uno de los retos que tiene ahora el candidato es el de construir un equipo que le permita seguir con garantías, principalmente en los estados de Iowa y New Hampshire --los primeros en votar--.
Otro estratega citado por 'The New York Times', Alex Castellanos, ha advertido del "pánico" que puede terminar generando Trump en su propio partido, al que "ha prendido fuego". Uno de los efectos de este incendio es que ha colapsado la atención mediática de unas primarias a las que se han presentado un total de 17 aspirantes.
"Si se le diese a otro candidato el tiempo que ha tenido Trump de ocho de la mañana a ocho de la noche durante tres semanas, supongo que también crecería", ha dicho uno de estos aspirantes, el senador Rand Paul, en declaraciones a la cadena de televisión CNN.
Muchos de los rivales republicanos ya han advertido de que nunca respaldarán a Trump en caso de quedar eliminados de la carrera, lo que podría terminar situando como favoritos a quienes sean capaces de presentarse como alternativa estable al caos. Castellanos ha considerado que, en este escenario, Bush puede resurgir como el bombero capaz de "coger una manta y lanzarla sobre el fuego" de Trump.
En privado, los principales asesores de Bush reconocen que Trump no es el candidato que les preocupa, sino Walker. En este sentido, temen que el votante conservador y de menos estudios que se ha inclinado en esta fase hacia el empresario termine apoyando al gobernador de Wisconsin en un futuro.
EL FACTOR DEBATE
La evolución que siga la campaña depende en gran medida de los primeros debates televisados. Este jueves, 6 de agosto, Fox News convocará a los diez candidatos que tengan mayor apoyo en las encuestas para el primer encuentro, al que seguirá otro a mediados del mes de septiembre.
En declaraciones a ABC News, Trump reconoció el domingo sus limitaciones frente a los políticos que "debaten todo el tiempo". "Yo no debato, construyo. He creado gran cantidad de trabajos, he creado una gran compañía", dijo, para acto seguido defender el "tono contundente" que previsiblemente también llevará a los debates.
En juego está la candidatura del Partido Republicano a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre de 2016, para las que la oposición necesita a un político fuerte capaz de contrarrestar la popularidad de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, la favorita sin paliativos en el lado demócrata.