DAKAR, 17 Ene. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Unos dos tercios de los pacientes de ébola en el último brote en el este de República Democrática del Congo (RDC) son mujeres, según ha señalado este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha pedido mayor atención al género en el control y prevención de la enfermedad.
El brote que comenzó en agosto en Kivu Norte y se extendió a Ituri es el segundo mayor a nivel mundial y el mayor registrado hasta la fecha en el país, con 663 casos y 407 muertos hasta la fecha, según los datos del Ministerio de Salud.
En anteriores brotes del virus, incluido el mayor registrado entre 2014 y 2016 en África Occidental y que dejó 11.300 muertos, la proporción de mujeres y hombres afectados era prácticamente la misma, según los expertos de la OMS. Este es el décimo brote que registra el país africano.
"Esto es inesperado", ha señalado Matshidiso Moeti, directora regional para África de la OMS, pidiendo más investigación. "Demuestra que se tiene que tener en cuenta el papel de las mujeres desde el principio", ha afirmado en declaraciones a Thomson Reuters Foundation.
RDC es un país muy vasto en el que los roles sociales varían de forma significativa por región. En la provincia de Kivu Norte, las mujeres son líderes y a menudo cabeza de familia, explica Julienne Anoko, una antropóloga social que trabaja para la OMS.
Son ellas las que cuidan a los enfermos, las que los llevan al hospital si lo necesitan y preparan los cuerpos para el entierro, lo cual las expone a una mayor riesgo de contagio, resalta. Las niñas a menudo ayudan a sus madres en estas tareas y también se han visto contagiadas en mayor número que los niños, precisa.
El ébola se propaga mediante el contacto con fluidos corporales y causa fiebre hemorrágica con graves vómitos, diarrea y sangrado.
"Las mujeres tienen mucho poder social. Cuidan a toda la comunidad", resalta Anoko en declaraciones a Thomson Reuters Foundation. Esto contrasta con otros países en los que ha golpeado el ébola, como Guinea y Sierra Leona, donde es más común que los hombres acompañen a sus familiares al hospital, indica.
La parte de RDC en la que ha golpeado esta vez el ébola es una zona de conflicto activo, en la que los trabajadores sanitarios se han topado con grupos armados y con ataques contra sus instalaciones. El controvertido resultado de las recientes elecciones presidenciales no ha hecho sino aumentar el temor de mayor inestabilidad.
Muchas mujeres se han mostrado reacias a ser tratadas por personal masculino, pero la OMS ha comenzado a ver que difundir mensajes sobre la enfermedad a través de líderes locales femeninas funciona, precisa Anoko. "Necesitamos aumentar la implicación de las mujeres", subraya.
La responsable de la OMS para África, primera mujer de ocupar el cargo, destaca que el género debería desempeñar un mayor papel en el análisis de datos de los brotes de todas las enfermedades infecciosas. "Creo que realmente necesitamos tener esto en cuenta como una parte central de nuestro trabajo en respuestas frente a brotes", sostiene.