NUEVA YORK 16 Ene. (Reuters) -
Dos ciudadanos suecos, Ali Yasin Ahmed, de 31 años, y Mohamed Yusuf, de 33, acusados por la Fiscalía estadounidense de combatir junto al grupo insurgente islamista Al Shabaab en Somalia para hacerse con el control de la capital, Mogadiscio, han sido condenados este viernes a once años de prisión.
La sentencia ha sido ordenada por el juez de distrito John Gleeson en Brooklyn, Nueva York, tras ser declarados culpables en mayo por conspirar para suministrar de apoyo material al grupo somalí.
La Fiscalía había pedido para ambos, de nacionalidad sueca pero nacidos en Somalia, 15 años de prisión, ya que los consideraba "miembros operacionales de una organización terrorista".
Por su parte, Gleeson sostiene que si bien esto es correcto, ha aceptado la descripción que sus abogados han ofrecido de ellos como luchadores por la libertad que sólo se unieron al grupo para volver a Somalia a combatir contra Etiopía. "Esto no es blanco o negro", asegura Gleeson.
Los fiscales sostienen que Ahmed y Yusuf abandonaron sus viviendas en Suecia en 2008 para viajar al país africano con el objetivo de someterse a entrenamiento militar y doctrinal con el grupo islamista. Tras ser entrenados, ambos viajaron a Mogadiscio, donde lucharon junto a otros combatientes estadounidenses y europeos que se habían unido a Al Shabaab para retomar el control de la ciudad en 2009.
Los dos condenados siguieron su entrenamiento y lucha junto al grupo, según sostiene la Fiscalía, e incluso Yusuf aparecía en un vídeo propagandístico grabado en Mogadiscio instando a la población a luchar en nombre del grupo insurgente.
Los dos fueron detenidos, junto a ciudadano británico, en agosto de 2012 en Yibuti después de haber cruzado la frontera desde Somalia de forma ilegal en su camino hacia Yemen, donde pretendían unirse a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA).
Sus abogados defienden que los dos fueron torturados mientras estuvieron bajo custodia en Yibuti, durante varios meses, antes de ser entregados a las autoridades estadounidenses para ser procesados, aunque en su caso no hubiera ninguna acusación de que intentaran cometer algún ataque en Estados Unidos.