PARÍS 30 Jun. (Reuters/EP) -
Dos ejecutivos de la compañía californiana Uber se enfrentarán a un juicio en Francia el 30 de septiembre, según ha anunciado este martes el fiscal público de París, lo que forma parte de una serie de medidas severas que ha tomado el Gobierno francés contra lo que considera un "servicio ilegal de taxis".
Los responsables de Uber en Francia, Thibaud Simphal, y en Europa occidental, Pierre-Dimitri Gore-Coty, fueron detenidos el lunes por la Policía francesa como fruto de una investigación que provocó en marzo el registro de las oficinas en Francia de la compañía.
La investigación se centra en uno de los servicios de transporte local de la compañía, conocido como 'UberPOP', que permite a los pasajeros reservar trayectos en coche con conductores privados a través del teléfono móvil y al que la comunidad de taxistas acusa de competencia desleal.
Los dos ejecutivos de Uber serán juzgados por cargos que incluyen la realización de prácticas comerciales engañosas y complicidad en un servicio ilegal, aportando a los conductores los medios para ponerse en contacto con sus potenciales clientes y animándoles a ello, según ha detallado el fiscal de París, François Molins, en un comunicado. Los cargos incluyen también el almacenaje y uso de datos personales sin la pertinente autorización del comité francés encargado de supervisar la utilización de información confidencial.
Una ley francesa de octubre de 2014 ya prohibió las aplicaciones móviles similares a 'UberPOP' que ponen en contacto a clientes con conductores privados. Sin embargo, Uber rechazó frontalmente la norma, argumentando que su aplicación era legal de acuerdo a la libertad de mercado.
Un portavoz de la compañía afirmó la semana pasada que espera que el Consejo Constitucional de Francia exprese su opinión sobre la ley en los próximos tres meses, ya que Uber considera inconstitucional parte de la norma.
La aplicación móvil de Uber ha desencadenado protestas de taxistas de todo el mundo desde Londres a Nueva Delhi por el impacto que supone en el modelo de negocio tradicional, que requiere a los conductores de taxis pagar a menudo tasas muy altas para conseguir sus licencias profesionales.
En Francia, el rechazo a la compañía se intensificó la semana pasada después de que los taxis bloquearan las principales calles y avenidas de la capital en una protesta con algunos tintes violentos contra lo que consideran competencia desleal.
Las numerosas batallas regulatorias podrían afectar a la valoración de la compañía, que aunque no cotiza en bolsa su valor se estima en más de 40.000 millones de dólares (unos 35.800 millones de euros), de acuerdo con sus informes más recientes.