MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, ha visitado este lunes la sede de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), el principal sindicato del país, después de que sus oficinas fuesen asaltadas el sábado durante las concentraciones contra el pasaporte COVID.
El ataque se saldó con seis detenciones, entre ellas la del líder del partido neofascista Fuerza Nueva, Roberto Fiore, y del cabecilla de su sección romana, Giuliano Castellino, y ha evidenciado la creciente presencia pública de este tipo de movimientos, que se entremezclan con grupos antivacunas.
Draghi ha acudido a la sede de la CGIL como gesto de apoyo y se ha reunido con su principal líder, Maurizio Landini, que se ha mostrado especialmente agradecido por una visita que tiene "un significado muy importante". Según Landini, el primer ministro trasladó la "cercanía" de todo el Gobierno y el compromiso institucional para impedir volver al pasado, informa la agencia AdnKronos.
Los partidos, entretanto, han comenzado a mover ficha en el Parlamento en busca de una represalia contundente a Fuerza Nueva. El Partido Democrático e Italia Viva, fundado por el exprimer ministro Matteo Renzi, han presentado mociones en busca de la disolución de esa formación.
La Fiscalía italiana investiga el asalto a la sede sindical, así como otros enfrentamientos ocurridos en el marco de la jornada de protestas.