BEIRUT 12 Jun. (Reuters/EP) -
Miembros de la minoría drusa siria han ayudado a detener un ataque de los rebeldes en una base militar del sur del país, como respuesta a una llamada a combatir a los insurgentes, incluido el Frente al Nusra, escindido del grupo terrorista Al Qaeda, que intentan ganar terreno al régimen del presidente sirio, Bashar al Assad.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), organismo con sede en Reino Unido que se encarga de la observación del conflicto, ha afirmado este viernes que los rebeldes han sido expulsados de la base que capturaron parcialmente el jueves, por los ataques aéreos y los combatientes drusos de la cercana ciudad de Sweida.
Un líder druso de Sweida ha asegurado que varios jóvenes de la ciudad siria han colaborado para tomar de nuevo la base aérea de Al Thala, como respuesta a la llamada a las armas que se produjo el martes. Un líder rebelde ha confirmado que el bando del Gobierno envió refuerzos a la base.
Algunos líderes drusos han advertido de que sus familiares viven amenazados después de que combatientes del Frente Al Nusra asesinaran el miércoles a 20 personas en un pueblo druso del noroeste de Siria, incidente que se desencadenó después del intento de Al Nusra por confiscar una casa.
Entre los insurgentes en lucha contra el régimen de Al Assad en el sur de Siria, se incluye en Frente Al Nusra, pero también varios grupos que no comparten su ideología yihadista y que tratan de calmar los temores de los drusos. Estos mantienen que Al Assad, miembro de la minoría religiosa alauí, busca aprovecharse del miedo de los drusos para fortalecer su apoyo.
Varios líderes de la comunidad drusa hicieron un llamamiento a las armas esta semana en Sweida, alarmados por el avance del Estado Islámico desde zonas del este y el oeste del país y por sus ataques al Ejército sirio.
El papel de los drusos fue clave para evitar el ataque a la base, ha asegurado el director del OSDH, Rami Abdulramán. "Si no se hubieran movilizado", los insurgentes "no habrían huido", ha afirmado Abdulramán, añadiendo que se está produciendo "una retirada de los rebeldes". Bashar Al Zoubi, responsable de uno de los grupos rebeldes que atacaron la base, ha afirmado que la base seguía este viernes bajo el control del Gobierno.
El líder druso, el jeque Abu Khaled Shaaban, ha asegurado que los jóvenes de Sweida se desplegaron en varias zonas, incluido el aeropuerto, bajo la protección de la Fuerza de Defensa Nacional (FDN) y varios "comités populares" que apoyan al Ejército sirio.
La televisión estatal también ha informado de que varios ciudadanos de Sweida se unieron al Ejército y a los luchadores de la FDN. Shaaban ha afirmado a Reuters que la situación se encamina "hacia la calma y el control".
RESISTENCIA DE LOS REBELDES
Desde marzo, un despliegue de grupos insurgentes ha ganado terreno a Al Assad en zonas del sur, el este y el noroeste del país. Los rebeldes del sur, cuyas operaciones se producen en una región a tan sólo 100 kilómetros de Damasco, capturaron el martes una base del Ejército en la provincia de Dara, haciéndose con otra victoria tras la captura del paso fronterizo de Nasib con Jordania.
Los temores de los drusos sirios se han extendido también a las comunidades drusas de Líbano e Israel en los últimos días. Los drusos israelíes han estado presionando para el envío de armas a Siria, según ha confirmado un funcionario estadounidense.
Los drusos sirios han hecho un llamamiento también a los políticos drusos de Líbano, aliados del Gobierno sirio, para que les envíen armamento, calificando su situación como una auténtica amenaza. Sin embargo, Walid Jumblatt, un líder druso libanés que apoya el levantamiento contra Al Assad, ha instado a los drusos de Sweida a reconciliar sus diferencias con la oposición siria.
La comunidad drusa está extendida por los territorios de Siria, Líbano, Israel y Jordania. Su religión proviene de una rama del Islam que incorpora elementos de otras religiones, y es considerada como sacrílega por las organizaciones terroristas de Al Qaeda y Estado Islámico.