MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente elector de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha anunciado este lunes su intención de autorizar el traslado de los restos mortales del exdictador Ferdinand Marcos al cementerio de los héroes, en Manila, para "borrar el odio" en la nación asiática.
"Permitiré que se entierre al presidente Marcos en Libingan ng mga Bayani, no porque sea un héroe, sino porque fue un soldado filipino. Punto. Se hará inmediatamente", ha dicho Duterte en una rueda de prensa celebrada en Davado, según informa la cadena filipina ABS-CBN.
El jefe de Estado se ha mostrado consciente de que este tema "ha generado divisiones durante mucho tiempo en el pueblo filipino" y ha explicado que su objetivo es, precisamente, "borrar el odio".
Marcos dirigió el país durante 14 años, hasta que en 1989 fue derrocado por las revueltas populares y se vio obligado a exiliarse a Estados Unidos, donde murió. Su cadáver está en una urna de cristal en un mausoleo ubicado en su ciudad natal, Ilocos Norte.
La familia Marcos, aún con un peso considerable en la política filipina, ha exigido que sea trasladado al cementerio de los héroes, una explanada de 142 hectáreas en la capital donde yacen los demás expresidentes.
Los sucesivos gobiernos se han opuesto alegando que la presencia de Marcos en este cementerio podría herir la sensibilidad de las víctimas de las violaciones de los Derechos Humanos que se cometieron durante su mandato.
Earl Parreno, analista del Instituto para la Reforma Política y Electoral, ha considerado que la decisión de Duterte, cuya victoria en las elecciones presidenciales del 9 de mayo todavía debe confirmarse, es "un error" porque aún debe "consolidar su apoyo".
Duterte ha suscitado otra polémica con su intención de liberar a la expresidenta Gloria Macapagal Arroyo, acusada de corrupción y que está bajo arresto en un hospital desde hace cinco años. "Debería ser liberada", dijo el presidente electo, de acuerdo con Reuters.