Rodrigo Duterte
REUTERS
Actualizado: jueves, 2 febrero 2017 11:53

Justifica el despliegue de las Fuerzas Armadas porque se trata de una amenaza a la seguridad nacional y no confía en la Policía

MANILA, 2 (Reuters/EP)

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha justificado el despliegue de las Fuerzas Armadas en el marco de la denominada 'guerra contra las drogas', al tiempo que ha asegurado que no descarta "matar" a más a drogadictos y traficantes si es necesario para poner fin a esta campaña y al problema de las drogas.

Tras retirar a la Policía Nacional de la campaña contra el tráfico y el consumo de drogas, Duterte ha descartado declarar la ley marcial pero ha dicho que quiere que las Fuerzas Armadas participen en la persecución de los traficantes y los drogadictos porque la droga es una amenaza para la seguridad nacional y porque ya no confía en las fuerzas de seguridad.

"Todavía tengo que escribirlo, sea una proclamación o una orden ejecutiva, pero he optado por las Fuerzas Armadas de Filipinas y he catalogado el tema de las drogas como una amenaza a la seguridad nacional, para poder así pedir a las Fuerzas Armadas que colaboren", ha asegurado Duterte, en un discurso en Dávao, antes de dejar claro que tiene "muchas guerras por luchar".

El exalcalde de Dávao ha dicho que la Policía Nacional y la Oficina Nacional de Investigación, dependiente del Ministerio de Justicia, no son de fiar y ha prometido que habrá "una limpieza" y "una purga" en los dos cuerpos de seguridad.

Duterte no ha concretado cuántos militares estarán implicados en la lucha contra el tráfico y el consumo de drogas y qué papel asumirán en concreto. Desde que Duterte asumió la Presidencia de Filipinas en junio de 2016, han muerto unas 7.600 personas como consecuencia de la guerra contra la droga, de las cuales más de 2.500 murieron, según la Policía, en tiroteos o por redadas policiales.

Duterte ha dejado claro que no le importan los narcotraficantes ni los drogadictos y que había subestimado el problema de las drogas porque pensaba que podría ponerle fin en unos seis meses. "Ustedes se parten el alma por esos hijos de puta. ¿Cuántos? ¿Unos 3.000? Mataré a más si así pongo fin a las drogas y a esta campaña", ha asegurado. Pensaba que esto iba a acabarse en seis meses", ha concluido.

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