MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha respondido este jueves a la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), que ha acusado a la Policía de estar falsificando pruebas para justificar las ejecuciones extrajudiciales que está llevando a cabo en el marco de la 'guerra contra las drogas', defendiendo su postura.
En la última investigación de HRW, la organización sostiene que Duterte y sus aliados han instigado e incitado los asesinatos en áreas urbanas de rentas bajas en una campaña que podría ser considerada como un delito contra la humanidad.
"Matar criminales no es un delito contra la Humanidad. Porque los criminales no tienen humanidad", ha respondido en una entrevista improvisada tras la inauguración de una línea de tren en la ciudad de Cebú.
Con sus declaraciones, recogidas por la cadena GMA, Duterte ha insistido en que es responsable de las muertes en el marco de su 'guerra contra las drogas', si bien ha señalado que las ejecuciones sumarias que han tenido lugar no estaban autorizadas por el Gobierno.
En su informe, 'Licencia para matar: los asesinatos de la Policía filipina en la 'guerra contra las drogas', HRW muestra cómo numerosos agentes han colocado falsas pruebas para implicar en el narcotráfico o la delincuencia a los ejecutados, o cómo hombres armados que han llevado a cabo asesinatos han trabajado de forma estrecha con la Policía.
El director subdirector de HRW para Asia, Phelim Kine, ha asegurado a GMA que cuando se redactó el informe se hizo "para que fueran temas que admitiera un tribunal internacional de Justicia". "Todo ha sido revisado por cinco abogados", ha explicado.
"Este documento significa, de algún modo, que el presidente tiene que preocuparse cuando se retire y, de hecho, podría llegar a retirarse a una prisión algún día, a no ser que haya un cambio importante de 180 grados en la política filipina", ha agregado.
Duterte ha negado en reiteradas ocasiones haber estado vinculado con estos asesinatos extrajudiciales, si bien su controvertida 'guerra contra las drogas' ha dejado más de 7.000 muertos en todo el país desde que llegó a la Presidencia.